jueves, septiembre 25, 2008

Crónicas Chuchetas XLVII: El secreto.

Aunque trato de no ser prejuiciosa, lo soy. Pero cada día es un aprendizaje y acá estoy, reconociendo mi agilez.

Resulta que el famoso libro “El Secreto” me tenía chata porque me imaginaba que era onda Paulo Coelho o autoayuda barata que tanto abunda. (A Coelho lo he leído, por eso opino).

Entonces una conocida me lo hizo llegar en formato Word y no lo había pescado hasta esta semana. Y ahora soy otra.

Naaaaaaaaa, nica. Soy la misma sólo que leí “El Secreto” y lo encontré terrible de guena onda y útil.

Guena onda porque te dice que para lograr lo que quieres no sólo tienes que pedirlo, sino que agradecer por lo que tienes. Les copio una cita textual pa’ que cachen la onda si no lo han leído: “Es imposible sentirse bien y tener pensamientos negativos al mismo tiempo. Si te sientes bien, es porque tienes pensamientos positivos. Puedes conseguir lo que te propongas en la vida, no hay límites. Pero hay una condición: has de sentirte bien. Y si piensas en ello, ¡no es eso lo que siempre has deseado? En realidad, la ley es perfecta.” Me gusta esto, porque logra que la gente ande pensando en forma positiva (en forma negativa no te resulta naita según El Secreto) y que dé las gracias por lo que tiene. Es decir, mucha gente que ha leído este libro debe andar con una sonrisa y con energía positiva lo que me parece genial. Juera las caras largas y de apestamiento.

Lo útil es esto: “Tu vida está en tus manos. No importa dónde estés ahora ni lo que te haya sucedido, puedes empezar a elegir conscientemente tus pensamientos y a cambiar tu vida. No hay situaciones sin esperanza ¡Todas las circunstancias de tu vida pueden cambiar!” Con esta frase cagaron los mártires y los eternos adolescentes, que son terrible de guenos para echarle la culpa a los demás antes de asumir nada, y abren paso a la esperanza, que me gusta mucho.

Igual lo probé lotro día. Porque después de años con temor a manejar me aburrí y renové la licencia y pensé todo el día: voy a manejar terrible de pulento, nadie me va a tocar la bocina porque me demoro 55 milésimas de segundo en sacar el auto, voy a manejar terrible de pulento. Porque había manejado acompañada nomás, pero ese día era sola. Entonces me tuve pura fe y saqué el auto del estacionamiento y llegué sana y salva a mi destino, y después manejé más rato aún sola hasta que me encontré con el Gato y todo pulento.

Yo sí creo en las energías que nos cargan y la onda. Por eso si este libro ayuda a que más gente ande contenta, con pensamientos positivos, tirando buena onda y con una sonrisa, bacán.

Les dejo un último párrafo que me gustó: “Conozco a muchas personas que ganan grandes cantidades de dinero, pero sus relaciones son un desastre. Eso no es riqueza. Puede que persigas el dinero y que te hagas rico, pero eso no te garantiza que lo seas. No te estoy diciendo que el dinero no forme parte de la riqueza, desde luego que sí. Pero sólo una parte. También conozco a muchas personas «espirituales», pero que siempre están enfermas y sin dinero. Eso tampoco es riqueza. La vida es abundancia en todas las áreas.

Yao los vemos.

martes, septiembre 16, 2008

Crónicas Chuchetas XLVI: El Karma.

Como soy occidental 100%, utilizo la palabra Karma de una forma bien gueona la verdad. Como que he tomado retazos de por aquí y por allá, pero nada en profundidad.

Y como para más recuea quiero acercarme al budismo (como si juera tan fácil ser budista, pero el Gato no tiene problemas mientras no se ponga gueona, palabras textuales), he estado leyendo. Y sigo leyendo, porque no es tan fácil para mí llegar y entender. Por lo menos para mí.

De todo lo que he cachado hasta el momento (y más lo que encontré en internet) esto me gusta mucho: "Si oprimes a una persona, sufrirás opresión en otra vida y cosecharás el fruto de la semilla que sembraste en esta vida. Si alimentas al pobre, tendrás abundancia de alimentos en otra vida. Si todo el mundo comprendiese esta ley correctamente y cumpliese con sus deberes diarios cuidadosamente la humanidad se elevaría hasta alturas sublimes".

A veces, cuando la gente es mala, envidiosa, amarga, me pongo a pensar en cuántas vidas les quedan para terminar su sufrimiento. (La volá cuática, pensarán). Porque de verdad verdad (y creo que soy harta latera en esto) no entiendo cuál es la idea de ser así. Y siempre. A veces en el trabajo mi jefe bipolar llega entero agueonao y puta que ando con rabia, pero esa rabia trato (trato de verdad) de no pasarla al resto y si el Gato me llama le digo en nuestra clave lo que pasó y listo. No es que me crea la más pulentas de las pulentas, pero de verdad no entiendo la maldad. Ahora si la persona que hace mal no se da cuenta, entonces estamos hablando de una enfermedad mental, creo yo.

Es que el Karma es lo único que nos queda como consuelo. Antes yo decía: si las cosas se pagan acá en la Tierra, no cuando una se muere. Ahora como que igual lo pienso, pero no me importa. Porque todos nos hemos topado con gente que nos ha hecho mal con plena conciencia: cuentan un secreto importante nuestro; nos hacen comentarios hirientes como quien no quiere la cosa; el jefe se desquita con nosotros porque es tan poco profesional que no es capaz de separar su vida privada con la profesional; relaciones amorosas con gente enferma de mala (y mental también); suegras asquerosas; y para que sigo nombrando si cada uno tiene su propia lista.

Lo que hago ahora es que este tipo de personas las hago un lado (menos el jefe) y listo. Muchas veces puedo ver que sus día a día son un castigo, pero no cachan porque se acostumbran a vivir en la mierda, a no dar vuelta la página y vivir felices y agradecidos de lo que la vida les dio.

Gueas que pienso en veces.

Feliz 18 para todos, tantos días libres para amar y disfrutar.

viernes, septiembre 12, 2008

Crónicas Chuchetas XLV: El terrible cambio de jato.




Como me cambié de depto a casa hace muy poco, ando el doble de cansada y media agilá, la verdad. Es que antes tenía una rutina y funcionaba terrible de piola. Ahora no, todo cambio. Para mejor eso sí.




Los más felices son mis gatos cerdos, Jacinto y Pulgoso. Obvio que los 5 primeros días andaban cagaos de susto y si no me equivoco pasaron dos días enteros sin comer ni agua ni hacer pichí ni caca. Pero ahora andan por el pasto muertos de la sarri (Pulgoso es un resto tímido pero sigue a su hermano que se jura bacán) y estamos tratando que duerman afuera, aunque igual nos golpean la ventana para entrar.

Lo malo es que Jacinto se ha convertido en el típico gato regalón mega mal enseñado: entra a la casa en la mañana, me maulla a todo hocico, le hago cariño, le doy agua en el lavamanos como le gusta, le rasco la guata, le doy más comida, le abro la puerta, y nada, sigue maullando a todo hocico. Al final nos da la hora de irnos y se va de patá en la raja pa fuera nomás.

Antes me levantaba tipo 7 y cuarto pasaito y si no juera por la autopista jamás hubiesemos llegado a la hora. Ahora me levanto 6 y media y no lo puedo creer que veo el inicio de "En boca de todos".

Claro que por otro lado tengo harto pasto, cielo azul, árboles, ciclovías, gente piola... y arañas. Antes les tenía terror, ahora como que me digo: igual se come otros bichos peores. Asi que si veo una enana no la mato como antes.

Debe ser que como cambió mi rutina en forma tan drástica que he andado cansada y no he visitado a nadie, porque me da lata y no posteo y que tanto. Suena terrible de feo, pero si posteo puras gueas prefiero no hacerlo. Estoy esperando este feriado largo del 18 pa' andar harto en bici, reirme, sacarme fotos, estar con mi familia, terminar de ordenar lo poco que queda y volver a estar como nueva.

También (lo que es entero obvio) tuve que cambiar mi plantilla porque la otra nose que guea le pasó. Y como soy entera agilá pal html, usé una típica y mi contador de visitas de cero.

Vayan a leer a The Yeguas, que están con nuevos columnistas.

El gato de la izquierda es Jacinto, y el de la derecha Pulgoso.

Yao los vemos.