jueves, enero 31, 2008

Crónicas Chuchetas XLVII: Cuentos.



No es que yo me crea místicagóticaemodark, pero me gustan muchos los cuentos provenientes del budismo o del sufismo. Me gusta leerlos porque siempre descubro nuevas lecturas, por así decirlo. Y también pienso en los años y años que tienen, y aun así son vigentes y llenos de magia y misticismo. (me juí en la volá).

Y nada. (Como dicen los artistas). Les dejo algunos que me gustan harto y que me hacen pensar un resto. Si quieren los leen, lo que es yo con mi gato, nos vamos de vaca!!!!

Nos vemos a la guerta.


PUREZA DE CORAZÓN

Se trataba de dos ermitaños que vivían en un islote cada uno de ellos. El ermitaño joven se había hecho muy célebre y gozaba de gran reputación, en tanto que el anciano era un desconocido. Un día, el anciano tomó una barca y se desplazó hasta el islote del afamado ermitaño. Le rindió honores y le pidió instrucción espiritual. El joven le entregó un mantra y le facilitó las instrucciones necesarias para la repetición del mismo. Agradecido, el anciano volvió a tomar la barca para dirigirse a su islote, mientras su compañero de búsqueda se sentía muy orgulloso por haber sido reclamado espiritualmente. El anciano se sentía muy feliz con el mantra.

Era una persona sencilla y de corazón puro. Toda su vida no había hecho otra cosa que ser un hombre de buenos sentimientos y ahora, ya en su ancianidad, quería hacer alguna práctica metódica.

Estaba el joven ermitaño leyendo las escrituras, cuando, a las pocas horas de marcharse, el anciano regresó. Estaba compungido, y dijo:

--Venerable asceta, resulta que he olvidado las palabras exactas del mantra. Siento ser un pobre ignorante. ¿Puedes indicármelo otra vez?

El joven miró al anciano con condescendencia y le repitió el mantra.
Lleno de orgullo, se dijo interiormente: “Poco podrá este pobre hombre avanzar por la senda hacia la Realidad si ni siquiera es capaz de retener un mantra”. Pero su sorpresa fue extraordinaria cuando de repente vio que el anciano partía hacia su islote caminando sobre las aguas.

*El Maestro dice: No hay mayor logro que la pureza de corazón. ¿Qué no puede obtenerse con un corazón limpio?*

EL BARQUERO INCULTO

Se trataba de un joven erudito, arrogante y engreído. Para cruzar un caudaloso río de una a otra orilla tomó una barca. Silente y sumiso, el barquero comenzó a remar con diligencia. De repente, una bandada de aves surcó el cielo y el joven preguntó al barquero:
--Buen hombre, ¿has estudiado la vida de las aves?
--No, señor -repuso el barquero.
--Entonces, amigo, has perdido la cuarta parte de tu vida.

Pasados unos minutos, la barca se deslizó junto a unas exóticas plantas que flotaban en las aguas del río. El joven preguntó al barquero:
--Dime, barquero, ¿has estudiado botánica?
--No, señor, no sé nada de plantas.
--Pues debo decirte que has perdido la mitad de tu vida -comentó el petulante joven.

El barquero seguía remando pacientemente. El sol del mediodía se reflejaba luminosamente sobre las aguas del río. Entonces el joven preguntó:
--Sin duda, barquero, llevas muchos años deslizándote por las aguas.
¿Sabes, por cierto, algo de la naturaleza del agua?
--No, señor, nada sé al respecto. No sé nada de estas aguas ni de otras.
--¡Oh, amigo! -exclamó el joven-. De verdad que has perdido las tres cuartas partes de tu vida.

Súbitamente, la barca comenzó a hacer agua. No había forma de achicar tanta agua y la barca comenzó a hundirse. El barquero preguntó al joven:
--Señor, ¿sabes nadar?
--No -repuso el joven.
--Pues me temo, señor, que has perdido toda tu vida.

*El Maestro dice: No es a través del intelecto como se alcanza el Ser: el pensamiento no puede comprender al pensador y el conocimiento erudito no tiene nada que ver con la Sabiduría*.

LA LLAVE DE LA FELICIDAD

El Divino se sentía solo y quería hallarse acompañado. Entonces decidió crear unos seres que pudieran hacerle compañía. Pero cierto día, estos seres encontraron la llave de la felicidad, siguieron el camino hacia el Divino y se reabsorbieron a Él.

Dios se quedó triste, nuevamente solo. Reflexionó. Pensó que había llegado el momento de crear al ser humano, pero temió que éste pudiera descubrir la llave de la felicidad, encontrar el camino hacia Él y volver a quedarse solo. Siguió reflexionando y se preguntó dónde podría ocultar la llave de la felicidad para que el hombre no diese con ella. Tenía, desde luego, que esconderla en un lugar recóndito donde el hombre no pudiese hallarla. Primero pensó en ocultarla en el fondo del mar; luego, en una caverna de los Himalayas; después, en un remotísimo confín del espacio sideral. Pero no se sintió satisfecho con estos lugares. Pasó toda la noche en vela, preguntándose cual sería el lugar seguro para ocultar la llave de la felicidad. Pensó que el hombre terminaría descendiendo a lo más abismal de los océanos y que allí la llave no estaría segura. Tampoco lo estaría en una gruta de los Himalayas, porque antes o después hallaría esas tierras. Ni siquiera estaría bien oculta en los vastos espacios siderales, porque un día el hombre exploraría todo el universo. “¿Dónde ocultarla?”, continuaba preguntándose al amanecer. Y cuando el sol comenzaba a disipar la bruma matutina, al Divino se le ocurrió de súbito el único lugar en el que el hombre no buscaría la llave de la felicidad: dentro del hombre mismo. Creó al ser humano y en su interior colocó la llave de la felicidad.

*El Maestro dice: Busca dentro de ti mismo. “Desafía” a Dios y róbale la suprema felicidad.*


EL GRANO DE MOSTAZA

Una mujer, deshecha en lágrimas, se acercó hasta el Buda y, con voz angustiada y entrecortada, le explicó:
--Señor, una serpiente venenosa ha picado a mi hijo y va a morir. Dicen los médicos que nada puede hacerse ya.
--Buena mujer, ve a ese pueblo cercano y toma un grano de mostaza negra de aquella casa en la que no haya habido ninguna muerte. Si me lo traes, curaré a tu hijo.

La mujer fue de casa en casa, inquiriendo si había habido alguna muerte, y comprobó que no había ni una sola casa donde no se hubiera producido alguna. Así que no pudo pedir el grano de mostaza y llevárselo al Buda.

Al regresar, dijo:
--Señor, no he encontrado ni una sola casa en la que no hubiera habido alguna muerte.

Y, con infinita ternura, el Buda dijo:
--¿Te das cuenta, buena mujer? Es inevitable. Anda, ve junto a tu hijo y, cuando muera, entierra su cadáver.

*El Maestro dice: Todo lo compuesto, se descompone: todo lo que nace, muere. Acepta lo inevitable con ecuanimidad.*

LOS DESIGNIOS DEL KARMA

Sariputta era uno de los más grandes discípulos del Buda y llegó a ser un iluminado de excepcional sabiduría y sagaz visión. Viajaba propagando la Enseñanza, y cierto día, al pasar por una aldea de la India, vio que una mujer sostenía en una mano un bebé y con la otra estaba dando una sardina a un perro. Con su visión clarividente e intemporal pudo ver quiénes fueron todos ellos en una pasada existencia.

Se trataba de una mujer casada con un cruel marido que la golpeaba a menudo. Se enamoró de otro hombre, pero entre su padre y su marido, poniéndose de acuerdo para ello, le dieron muerte.

Ahora la mujer mantenía a un bebé en sus brazos, su antiguo amante, que fuera asesinado. La sardina era su despiadado marido, y el perro, su padre. Todos habían vuelto a reunirse en la presente vida, pero en condiciones muy distintas.

*El Maestro dice: Nadie puede escapar a sus acciones: tal es el designio del karma.*
Yao los veimos.

jueves, enero 24, 2008

Crónicas Chuchetas XLVI: La astitud.


Lotra vez me pasó lo siguiente: entra un hombre a la oficina y yo lo quedé mirando, esperando que me dijera que quería o que traía. Y resultó ser un gerente de un área que yo no conozco. Es decir, lo confundí con un junior. Y no tenía nada que ver con su pinta ni si era moreno o rubio o chico: fue la pura astitud.

Revisando la definición que da la RAE, encontré: postura del cuerpo humano, especialmente cuando es determinada por los movimientos del ánimo, o expresa algo con eficacia.

¿Vieron que no me equivoco? Porque pa’ que estamos con custiones: muchas veces juzgamos a la gente por esto mismo, cómo se comportan, cómo llegan a un lugar o cómo dan la mano.


Esta cosa de lo que quiero decir pero sin hablar lo uso harto con los galanes de turno en el metro o en la micro: pongo mi cara de máxima pesada (que me sale solita) y trato que mi cuerpo quede de lado o pongo los codos como “amenazantes” (tendrían que verme pa’ cachar, pero creo que las mujeres entienden). Y me resulta, aunque si el galán de turno no se da por aludido, lo miro derechamente a los ojos como diciéndole: ¿tení algún problema agueonao? Y he visto como a minas tímidas los agilaos estos como que más las acosan. Pura astitud achorá.

El sábado fuimos a un matrimonio y miraba a unas locas sin autoestima, al parecer. Eran hermostras jóvenes (veinte y algo), y parecían que se habían puesto un vestido que no les convencía mucho o zapatos de taco cuando puro se ponen zapatillas. Peinados feos, todo mal. Y astitud bajoneada, como que se sentían feas, y por lo tanto, se veían más feas de lo que podían ser. Osea ni eran feas, pero esa astitud las cagó el doble que si se hubiesen sentido lindas y se notara.

Todo el rollo de la astitud y lo que quiero lograr se lo aprendí a mi papito, in situ en la pega misma. Y mirando cómo la gente trata a las otras dependiendo de su astitud. Pero no contaré mis secretos enteros pulentos para lograr lo que quiero con la pura astitud, sin siquiera mostrar poto o pechuga. Casi nunca falla.

Yao los vemos.

lunes, enero 21, 2008

Crónicas Chuchetas XLV: La Creatividá.

El viernes en la tarde partimos con el gato al lanzamiento de la revista "El Malhumor" y a puro Jacinto le gustó, como pueden ver en las fotos. La leyó enterita y hasta se reía.


Lo único que no le gustó fue la actitud displicente de Pulgoso, que al saber que un perro (y flaitongo más encima, según sus propios maullidos) tenía una columna, prefirió comerse las flores que su papá humano (osea mi gato) le trae siempre a su mamá humana (osea yo).




Y ese mismo viernes pude conocer por fin a mi perro favorito: Collogo. Andaba con su pañuelo rojo al cuello, ferosiando como dice él.


Eniguei, igual me gustaría ser como esos lolos que se atreven. Porque cuando chica igual quería ser escritora y la onda, pero el tiempo pasó y me vendí en forma terriblemente brígida al sistema: osea por las moneas.

Es que es bacán tener moneas: podemos ir a comer a restaurantes ricos, andar pa’ toos laos en taxi, comprarle comiita rica a Jacinto y Pulgoso, salir de vacaciones sin problemas, o pensar en nuestra casa o en un tocomocho, que harta falta que nos hace.


Y entendí que con estas moneas puedo estudiar lo que me gusta: literatura o más inglés. Con más esfuerzo, con más sueño, con más lata, reclamando caleta, con poco tiempo. Me demoraré más en lograr lo que quise de broca, pero no me importa, porque no tengo apuro.


Yao los vemos.




martes, enero 15, 2008

Crónicas Chuchetas XLV: El Girnasio.

Como terminé mis clases (en mayo me titulo al fin y por fin!) y las clases en la nocturna del gato terminan a mediados de enero, encontré que una buena idea era gastar mis tardes saltando al ritmo de la música, en vez de estar echada en el sofá de mi casa viendo una fome teleserie.

Averigüé para yoga pero no me tincó porque me cuesta engrupirme con cualquier onda media místicagótica, y como me gusta bailar y la música a todo chancho, me inscribí en un girnasio barato y que, cosas de la vida nomás, van casi puras mujeres. Y después me voy a mi casa caminando, me demoro unos 20 minutos pero me encanta esa hora en que el sol cae y corre vientecito.

Lo primero fue comprarme unas pulentas zapatillas, livianas y con aire y esa tecnología que existe ahora. Y lo peor es que me veo las patas y me siento como esos pendejos (flaitongos para qué estamos con cosas) que andan con esas zapatillas gigantes, onda que no se vea pobreza. Me he estado acostumbrando eso sí. Luego, la ropa del girnasio. Como ni cagando le hago publicidad gratis a una marca de ropa, partí a una picá y me compré poleras y calzas de laicraalgodón por pocas lucas. Luego mi toballita chica más una botella de agua y parto a clases.

En estas dos semanas he hecho de todo, sin querer queriendo: Pilates balón, aerobox, body power y spinning (clase especial para las principiantes en todo caso, sino me muero).

La primera semana me quería puro morir: me dolía todo el cuerpo, y me sentía muy cansada. Pero como soy entera pulenta, cuando no tenía clases me subía a la elíptica que tenemos en la casa (y la uso los findes también) y así de a poco el cuerpo se me ha ido acostumbrando.

Lo que me entretiene harto de las clases son las minas descordinás: no puedo evitar mirarlas! Tengo la suerte que me aprendo las coreografías rápidamente y puedo seguir el ritmo de la clase de una forma más o menos digna, pero esas minas que tienen cero oído y cuando todas van hacia la derecha ellas tiran las patas pa’ cualquier lado, puta que son chistosas!!!!

No espero bajar 60 kilos de aquí a fin de mes, pero sí tonificarme como quien dijera, y sentirme mucho mejor, que sin duda así ha sido.

By the way, lotro día jui a una tienda y la lola que me atendió, al yo preguntarle si eran tallas únicas unas calzas, me dijo: no, talla M, COMO USTED.

Yao lo vemos.

jueves, enero 10, 2008

Crónicas Chuchetas XLIV: El sentido de la life.


Leyendo en internerd entrevistas me topé con esta declaración: “Siempre me he preguntado para qué estamos acá. Personalmente, creo que tenemos dos misiones: uno es un propósito personal que es ser feliz. Y lo segundo, se refiere a la dimensión social del ser humano para tratar de crear un mundo mejor” (revista Paula.cl, entrevista a Hernán Somerville).

Encontré que este caballero igual tiene algo de razón con eso del propósito personal de ser feliz. Y en eso he estado pensando estos días.

Durante mucho tiempo me hice el mismo cuestionamiento: ¿A quién le puedo preguntar qué vine a hacer en este mundo? Por supuesto que son palabras de Neruda, pero las hice mía en forma angustiante y muy obsesiva. Porque si una se levanta todos los días y va a trabajar o a estudiar o hace el aseo o sale de carrete o se hace un masaje en el pelo, se depila, se pinta las uñas, coquetea con el tipo que le gusta, toma sol, planifica las vacaciones… ¿y para qué cresta? Eso yo me preguntaba una y otra vez.

Para qué decir que durante todo este tiempo era muy insegura, no tuve buenos amigos ni menos un buen compañero. Puras malas decisiones.

Hasta que un día, harto tarde para mi gusto porque ya iba para los 33 años, me saqué la venda de los ojos y decidí haaaaaaaaaaaartas cuestiones, entre ellas ser fiel a mi misma y hacer lo que me gusta nomás. En definitiva: ser feliz.

Igual fue complicado porque tuve que dejar de hacerme la agilá conmigo misma al respecto de varias gueas: amigas y amigos que no lo eran, forma de vida que me cargaba, y otros traumas apestosos.

Es que no tan difícil hacer la ecuación (ni que me gustaran las matemáticas): con una familia con historial de suicidios de tres generaciones, o vivía como yo realmente quería o me iba al patio de los callaos. Y como trastorná hasta ese punto no lo seré jamás (me moriré vieja y aperrando hasta el final), di un giro a mi vida, que es más o menos la fecha en que “cambié” de blog (los que me leen de antes cachan esa movía).

Asi que ahora, que vivo la vida que me gusta y me rodeo de gente que me gusta también, me pregunto qué onda la gente amargada, o la gente mártir, o la gente arribista, por nombrar solo algunos agilaos que no cachan que la vida es para esto nomás: ser feliz.

Porque andar cagándole la vida al resto no me pueden decir que es felicidad, o querer comprarte mil gueas inútiles sólo para (ojo con esto) LOS DEMÁS vean que andai en el terrible auto (que pagan en 48 cuotas) o que te comprai ropa en determinada parte (que pagan en 24 cuotas) tampoco es andar muy contento que digamos, porque el arribismo va de la mano con la amargura y con la envidia, y eso si que es ser infeliz con todas sus letras.

También andar haciéndose el mártir por la vida, culpando al resto cual adolescente de lo que les ocurre, como si la vida les pasara por el lado.

O esos agilaos que andan todo el día preocupados del vecino (osea del prójimo, no se me pongan tan literales), que dice, que hace, cómo me lo cago en la pega, en su vida, cómo logro que sea infeliz y que no ande con esa sonrisa estúpida en su cara como si el otro fuera culpable por ser un pobre y triste gueón.

Muchos pueden pensar que mi punto de vista es simplista (no sé si deba avisarles que no se gasten porque la dura que no me importa) pero con la felicidad ocurre la teoría del chorreo: mientras más amable sea una, los demás también lo son. (con una).

También tengo días malos, tampoco se trata de andar todo el día con sonrisa de estúpida.

Este post se lo dedico a todos los gueones y gueonas amargás que me leen.

Yao los vemos.

miércoles, enero 02, 2008

Crónicas Chuchetas XLIII: Balance.



Yo sé que algunos no les gusta Pablo Neruda (como que se puso de moda tenerle mala, me parece). En fin, a mi me encanta. Y hace tiempo que no lo leía, y como él siempre sabe hablar por mí, les dejo esta hermosísima oda, que es mi balance del año 2007.
ODA AL DÍA FELIZ

Esta vez dejadme
ser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy
feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra.

Tú a mi lado en la arena
eres arena,
tú cantas y eres canto,
el mundo
es hoy mi alma,
canto y arena,
el mundo
es hoy tu boca,
dejadme
en tu boca y en la arena
ser feliz,
ser feliz porque si, porque respiro
y porque tú respiras,
ser feliz porque toco
tu rodilla
y es como si tocara
la piel azul del cielo
y su frescura.

Hoy dejadme
a mí solo
ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz
con el pasto
y la arena,
ser feliz
con el aire y la tierra,
ser feliz,
contigo, con tu boca,
ser feliz.