martes, noviembre 27, 2007

Crónicas Chuchetas XXXVI: Iglesia Católica me dice que soy terriblemente mala.


Cuando era broca me puse fanática de
Graham Greene y me devoré hartas de sus novelas (me pasa que me fanatizo con un escritor por temporadas) hasta que leí su famosa obra, hasta película le llea, “The End of the Affair” que se conoció como “El ocaso de un amor”, me parece. Y como era broca y como estudié en un colegio católico de kinder a cuarto medio y hasta un año más porque soy terrible de floja también, me pregunté que pasaría si yo hubiese sido criada en una sociedad donde la iglesia católica no tuviera tanto que ver con el comportamiento de todos nosotros, los chilenos, y Latinoamérica también.

Y ha pasado el tiempo y ya no me pregunto lo mesmo, sino que me da rabia, pero no tanta tampoco. Me molesta leer en el diario de mayor circulación del país columnas de opinión y cartas al director donde lo único válido es, por ejemplo en estas fechas, celebrar el mes de María y que tengo que ayudar a la Teletón (cosa que no hago y tengo mis razones y por último es gueá mía) porque Jesús así lo dice. Y también tengo que estar en contra de la píldora del día después y de la eutanasia y del aborto y de las relaciones prematrimoniales y de varias cosas más sólo porque la Iglesia Católica lo dice y como yo soy entera monga debo obedecerles porque ellos sí saben lo que es mejor para mi y el libre albedrío que supuestamente Dios me dio lo tengo que olvidar. (pa' no decir que me lo meto por la raja que suena terrible de feo).

Lo que a mi me parece es que la Iglesia Católica es una de las instituciones en este país que representa fielmente la testadurez, obstinación, y ansias de poder de una manera que me da hasta un resto de vergüenza.

Por eso no tengo religión: porque no me respetan como ser pensante.

Yao los vemos.



El diujito es de un lolo entero pulento.

lunes, noviembre 19, 2007

Crónicas Chuchetas XXXV: El pierno pelúo

Nadie puede decirme que tener pareja es fácil. Ni que fuera gueona. Menos es vivir en pareja. Y cuando escucho decir a una pareja: nosotros no peleamos nunca, yo los miro y pienso: o la lola nunca habla, o el lolo nunca habla. Lo que siempre es pésimo.


Es que no es fácil vivir con alguien que viene con un montón de rollos desde la niñez: padre ausente, mamá media loca, abuelita metía, hermano barsa, hijo único, padres peleadores, papás separados... en fin. Puta, una apenas anda con sus propios fantasmas y tiene que hacerse cargo de entender los rollos de otro!



¿Y qué hacemos las histéricas del orden con alguien relajado? O con los peores, los mamones, ¿qué hacemos con la suegra metía o la hermana media puta pero que todos se hacen los giles?



Claro poh, uno al principio ve todo el panorama de color de rosa pero luego el tener que ir todos los fines de semana donde tu suegra ya no es tan guena onda y hasta extrañai esos findes solitaria donde podías carretear a destajo.



Mi experiencia a nivel personalísimo es que lo primero es la comunicación: apagar la tele y hablar. A los hombres en general, tengo la impresión, les cuesta más esta gueá de "abrirse" y contar sus miedos y la onda. Como que les gusta hacerse los giles y cuando está la cagá actúan, por supuesto que siempre es tarde. Por más brujas que seamos las mujeres, jamás podremos leer la mente del peor es ná que tenemos al lado. Por eso hay que decirle al jetón del lado de una las gueas que nos molestan, lo que nos gustaría que hiciera, que no hiciera y capaz que resulte, como capaz que no.


Igual, a pesar que los hombres son eternos pendejos, se latean cuando una cuenta gueas con mil detalles, miran a todas las otras (mientras no sea en mi presencia me da lo mesmo), se las dan de galanes cada vez que pueden, creen que somos la mamá, no cuelgan bien la toalla y queda hedionda, si van a limpiar algo te preguntan donde están los paños, tienen 3029032 poleras y se ponen las mismas, frente a los amigos se hacen los abacanaos, no se vacunan porque le tienen miedo a las agujas, si un amigo va a ser padre le dicen "vai a ser tío", piensan todo el día en sexo, les gusta la pornografía donde la mujer es esclava sexual, tienen fantasías eróticas gueonas, nunca adivinan lo que una quiere y todas esas cosas que estoy segura que muchas podrán ayudarme a completar, yo estoy recontenta con mi pierno pelúo y aunque sea un trabajo diario estar en pareja, doy la pelea, lejos.

Chaela y los vemos.

viernes, noviembre 16, 2007

Crónicas Chuchetas XXXIV: Estabilizada.


Como toda la vida he sido más o menos inestable, que ahora me sienta de lo más consolidada es raro para mí. Ya no me ando haciendo preguntas acerca de todo y tampoco siento la necesidad de buscar en la poesía la respuesta que, así como Angel y la flor de 7 colores, siempre estuvo en mi jardín, osea en mi interior mismo interno, como quien dijera.


Claro que para llegar a sentirme de esta manera tuve que pasar por hartas situaciones pencas y, por supuesto, gueones pencas también.


Cuando en abril tomé la decisión de dejar el trabajo con los gringos que me tenían chata porque todo el día parecía mono tití, lo pensé harto y no tanto a la vez. Total, nada malo me iba a pasar, y si no encontraba nada acorde a mis expectativas, no tengo rollos en ponerme a servir platos o barrer calles, si estoy muy cagá. La cosa es que me valoré por una vez en mi vida y pedí hartas moneas y busqué una pega entera pulenta, y para mi guena cuea la encontré.


Con el gato algo parecido, con la diferencia que no lo busqué y que luego de encontrarnos y todas las cosas que llevan el vivir en pareja, tratamos (sin darnos cuenta yo creo pero lo he pensado así) como de pololear siempre, a pesar del poco tiempo y los estudios y Jacinto y Pulgoso que cada día están más regalones. Y conversar, y pasarlo bien.
En fin, no creo que haya encontrado el secreto de la felicidad ni mucho menos, pero sí estoy tranquila en mi vida, tengo familia por montones (la mía y la del gato), harto amor, amigos pocos pero pulentos, y sobre todo, claridad en mi misma.
Yao los vemos.

lunes, noviembre 12, 2007

Crónicas Chuchetas XXXIII: Autoestima femenina.


¿Cuántas de nosotras nos criamos viendo cómo el primer plato (el más calientito y grande) se servía primero para los hombres de la casa? ¿O que nuestros hermanos (pa’ los que los tienen, obvio) tenían más permiso para salir y llegar tarde sólo por el hecho de ser hombres? ¿No piensan que todas estas actitudes de nuestras madres nos hacen sentirnos inferiores a “ellos”, el sexo débil?

No, no estoy trastorná. Tampoco le tengo mala a los hombres y pienso que todos son malos. (Al contrario, el mío lo encuentro terrible de rico). Pero es que trato de buscar el porqué las mujeres en este país, en algún momento de nuestras vidas (o siempre que sí es trágico) nos sentimos menos que los hombres.

Contribuye más que la chucha que provengamos de una familia machista. Osea, el 99,9% de este país. Luego, si nos casamos – por la ley propia o la del Estado - con un pobre gueón machista con serios problemas mentales que la única forma de sentirse superior es hacerte sentir a ti inferior. ¿Les suena a algunas? Si que nos peguen no es nada, lo peor es que día a día te repitan que no vales nada y una la gil se la cree. Esto sería otro factor.

¿Y cuándo nos liberamos? Guena pregunta, me digo a mi misma. Creo que la autovaloración va por el lado de una sola. Esto es, cuando SABES que si estai sola no te pasa nada, que el gueón que está al lado tuyo puede ser cambiado por otro que sea más rico, con más monea, más divertido, o más culto, en fin, lo que querai. Con esto me refiero que el brea que tení al lado NO ES MONEDA DE ORO. Si tú lo vei de arriba tipo estuatua es tú problema, ¿cachai? Luego, te tení que poner a trabajar. Aunque ejerzai pocos años lo que estudiaste, aunque seas vendedora, da lo mesmo, pero HAZLO. ¿Qué porque? Porque vai a cachar cuánto vales, de lo que eres capaz, que si querí te comprai ropa a las cuotas que se te paren el hoyo y sin preguntarle a nadie, que si querí tení hijos, que si querí cocinai… en fin, todo lo bacán que tiene ser dueña de la propia vida.

Blogeras todas, la única forma que podemos amar al loco que está al lado nuestro es primero queriéndonos a nosotras mesmas, creyéndonos la raja, bonitas, estupendas, que nuestros hijos son los mejores, que el gueón que quiera estar a mi lado tendrá que acostumbrarse a que no tendré jamás el cuerpo de las minas de las pornículas porque no estamos ni ahí con matarnos en el gimnasio y comer puras lechugitas.

Y no hablo de la boca pa’juera, hablo de la cuchara pa’ juera.

(La ilustración es de la página
mujeres públicas)

sábado, noviembre 03, 2007

Crónicas Chuchetas XXXII: Tiempo.

Sé que el tiempo es un concepto abstracto y la onda. Pero dentro de la convención de las 24 horas que todos hemos aceptado, y me da lata reconocerlo, me farta tiempo.

Debe ser porque necesito dormir 8 horas. Si no estoy durmiendo a las 11 de la noche, al otro día sencillamente cagé. Osea, ando pa' la cagá. Lotro es el estudeo, que termino tarde. No veo noticias de la noche (eso sí que leo los diarios todos los días), no veo teleseries, tampoco puedo ver el club de la comedia que me encanta, ni conversar mucho por teléfono con mi mamá o meterme al computador. Soy una zombie.

Si pudiera definirme sería como gozadora de la vida: me gusta salir a comer pulento, a bailar, ver películar, leer libros, caminar por la calle, estar con mis gatos regalones, tomar desayuno en cama, copuchar con mi mamá, ver como crecen mis sobrinos mostros... por eso me carga que me falte el tiempo. Si el futuro es el ahora, esa gueá de trabajar y estudiar para después no me gusta nada de nada osea cero.

Es que no encuentro el punto medio. El gato tenía un montón de amigos y desde que está sacando el cuarto medio en la nocturna ni los ve. ¿A qué hora me junto con las Yeguas si en la semana no puedo y el finde se hace tan poco? Y por el otro lao de la monea están los planes a nivel personal y de pareja. Y es el abono para el día de mañana. Eso lo entiendo y lo acepto, pero yo quiero disfrutar hoy, porque supongo y trato de pensar que me moriré vieja.

Osea que cuando esté preñá y tenga mis mostros propios me voy a morir, porque estoy segurísima que mi punto de vista de la vida me cambiará para siempre y voy a querer estar siempre con ellos, pero por otro lado también está mi trabajo...

Eniguei, me compré vitaminas y espero que se termine este año luego. Porque se terminan las clases y tendré las tardes libres para hacer lo que más me gusta: disfrutar.

Hasta la chispa que me es tan característica se me esfumó, ¿no creen?

Les dejo a Jacinto durmiendo encima de mi diccionario.

Yao los vemos.