martes, diciembre 30, 2008

Crónicas Chuchetas LXVII: No hago balances.

No hago balances porque para eso tengo los cumpleaños. Además que el año nuevo es una excusa para poder gueviar y chupar hasta la madrugada y el ambiente en el aire se respira entrete.




Y por eso mesmo siempre me ha gustado el año nuevo, ir a las fiestas y carretear hasta tarde. Aunque este año será la excepción, porque como ando megacagá de sueño, no saldremos. También hay que sumarle que mi estado de ánimo es entero cambiante y no estoy de ánimos para carretear como lo hicimos el año pasado. Y el antepasado.


Me gusta el año nuevo porque la gente anda como contenta y esperando el gueveo y ponen todas las esperanzas que el que viene será mejor. Como si, en forma mágica, después de las 12:00, todo cambiara. Son buenas las esperanzas, de todas maneras. Claro que yo le sumaría un dicho español: "A Dios rogando, y con el mazo dando".


El secreto de las cosas malas es que es la única manera que tenemos de aprender, es la oportunidad que nos da la vida de entender, valorar y sacar una costra del porte de un buque, pero que nos hace mejores personas o, al menos, un poquito mejores. Durante muchos años estuve sumida en la oscuridad (la frase entera común, pero bastante gráfica) y debo decir con toda autoridad que lo que soy ahora es gracias a esas asquerosidades que me ocurrieron. Y supongo que si me pasara otra cosa muy muy mala tendré mucha pena pero al cabo de un tiempo entenderé.O al cabo de muchos años.


Por eso yo les digo mis amables lectores que no hagan una lista con las gueas malas y la quemen: hagan esa mesma lista y al lado de las gueas malas escriban la lección. Puede ser humildad, menos estrés, valoración de algo, me saqué un cacho de encima, no soy tan pulenta como pensaba, tengo más autoestima, ahora no ando pajaroneando asi que no me robarán de nuevo, porque no le dije que lo quería tanto, y así. Porque si queremos borrar lo malo, tamos malena, porque lo que somos es dual poh.



Harto amor, harto amor y más amor. De ese que una se tiene asi misma y así chorrea a los demás. El 2009 y todos los demás años.

Yao los vemos (el 2009).

lunes, diciembre 29, 2008

Crónicas Chuchetas LXVI: Es normal. (Sí, claro).


Siempre me preguntaba cómo era estar embarazada. Y que me hubiese gustado tener a mano algún tipo de literatura como de verdad (no médica ni media técnica) donde a una le expliquen cómo es estar embarazada con palabras comunes y corrientes.

No lo he encontrado. Así que yo misma seré mi propia guía. (No me queda otra tampoco).

En estos días, por ejemplo, lo que más he escuchado cuando cuento que me siento como el forro son las siguientes dos palabras: "es normal". ¿Normal? Defínanme normal por favor porque yo me siento entera anormal.

Primero, ando con la pulenta cara de poto. El brillo de gueveo característico de mis pepas ya no está. He visto mis ojos vidriosos y cara de cansá en las fotos de esta navidá que recién pasó. Ando hinchá, me canso mucho, tengo una sensación de asco media rara que no me permite comer hasta como las 11 y algunos olores me repugnan, aunque eso es lo de menos, porque de siempre los perfumes dulces me han molestado. Para ir a buscar el auto tengo que andar en micro 5 minutos, y me siento como el forro cada vez que lo hago, pero la pulenta que caminar 20 minutos me da paja eterna después de un día entero en la pega. Ando mega sensible y si me dicen cualquier estupidez (las que yo considero estupideces) me dan: o ganas de llorar o de matar a la persona en ese momento por su gueonez. Me pongo de mal humor en 1 segundo y no tengo paciencia, y si quiero andar rápido no puedo porque, no cacho como, el cuerpo se me frena solo. Me cansan los tacos de los zapatos. Retengo caleta de líquido (más que antes, vagínenselo) y no estoy ni ahí con ir a ver a gente por obligación. Me importa una raja que se enojen o, peor, que se "sientan" (extraña actitud que da para un post completo).

Sé que hay mujeres que se la pasan vomitando los primeros meses, otras tienen nauseas y mareos a cada rato, a otras les sale acné y etc. Pareciera que me quejo de llena. Pero no es así. No me estoy quejando (si ohhh). Estoy dejando una constancia de un hecho: las primeras semanas (se supone que hasta el tercer mes) una se siente como el forro y nadie te lo dice con todas sus letras, sino que te dicen: es normal. Asi es que estoy puro esperando la semana 12 para sentirme bien y no andar dando jugo.

Mención aparte se merece mi Gato. Le ha tocado duro al pobre. Mientras yo me acuesto malhumorada y sin ganas de nada (y más me da rabia sentirme de esta manera) él, mi hombrón, hace todas las cosas sin chistar. Y se acuesta raja de cansado: riega, ve a los gatos, ordena la cocina, ordena la ropa, me atiende, habla por fono, me vuelve a atender, me trae jugo, agua, barre, se pone a bajar música y sin decir ni pío. Y eso que es entero mal genio y pasto seco.

Y aunque les parezca entera gruñona, la verdad es que estoy muy feliz y plena por este niño tan deseado, y tan amado desde antes. Quizás lo que necesito es descansar más y aprender de a poco a escuchar este nuevo cuerpo que tengo.

Pero que me siento mal y como el hoyo es así. Y no estoy ni ahí que sea normal. Quiero saber la pulenta de cómo van las cosas.

Yao los vemos.

martes, diciembre 23, 2008

Crónicas Chuchetas LXV: Seremos padres.




El día que me tenía que llegar la Juana Meneses jue pal recital de Madonna. Tuve todos los síntomas, menos el más importante: la sangrita. Pero como había pasado por unas semanas más o menos pencas, con el Gato pensamos que debía ser el estres porque a algunas amigas y conocidas les ha pasado.




Hasta que comencé a sentirme más cansada de lo habitual, a veces un poco angustiada (sin tener razón alguna), y rara. Pero no hice caso porque desde que dejé de tomar las pastillas nos dijimos que no íbamos a hacer ninguna cuestión y que si quedaba embarazada tenía que ser lo más natural posible. Y me olvidé.



Fue mi mamá que me insistió que me hiciera el test de embarazo. Asi que el Gato (después de sus clases en la nocturna) llegó el miércoles pasado con el test, y apenas lo mie, salió positivo. Igual esperamos los dos minutos pero era recontra positivo.



La pulenta que fue raro para mí. Porque no lo esperaba, y porque, aparte del sueño gigante que tengo, no veía nada anormal. Y comenzamos a avisarle a la familia y amigos cercanos nomás, porque tenía que ir al dostor y venía el viaje a Iquique.


En Iquique me sentí más cansada que nunca, ni bailé en la fiesta (y eso que me encanta bailar) y me bañé poquito en el mar. Aprovechamos harto la poza que tiene el hotel Gavina, pero me sentía entera extraña y quería llegar a mi casita.


Hasta que ayer fuimos finalmente donde el dostor. Me dijo "ver para creer". Y lo vimos. También su corazoncito.

Estoy muy muy muy mega feliz, pero no me le nota. Porque ando con cara de poto, cansada (onda arrastrando las patas), algunos olores me dan mega asco y algunos sonidos como que me estresan. Lo que estoy haciendo ahora es no preocuparme por gueas: si veo a mi jefe histérico yo hago todo con calma y si alguna agilá no contesta el teléfono o me da alguna respuesta gueona y cero profesional, no me enojo. Porque hasta ayer me emputecía.
En fin. Ahora seré madre (chucha, ya lo soy) y mi hombrón padre. Es lo mejor del mundo.
El mejor regalo de navidad. Espero que todos lo pasen con harto amor, harto harto. Es lo único que importa. Na que la estrella de Belén ni que el espíritu navideño entero falso: amor.
Yao los vemos.

jueves, diciembre 18, 2008

Crónicas Chuchetas LXIV: Feliz Navidá y la cacha de la espá.

Estos días mi correo se llena con tarjetas virtuales deseándome una "feliz navidad" y me pregunto qué significa para una que no es católica. Busqué lo que dicen las tarjetas, tratando de encontrarle un sentido, y algunos hablan que ojalá se nos pegue el "espíritu santo de esta navidad"; otro "que nazca el niño Jesus en sus corazones y se renueve nuestra fe" y el úrtimo que encontré: "Que esta Navidad se convierta en el umbral de un año lleno de dicha, amor, felicidad, salud y éxito".






La pulenta que ninguna de esas frases me hace ningún sentido. Porque como no creo en los dogmas de la iglesia católica, que me digan que nació Jesús y la onda me da lo mesmo.
Porque la Navidad es puro comercio, para que estamos con gueas: la gente renueva sus adornos navideños, se encalilla para comprar regalos, anda enojá porque tiene que pasar esa noche en una casa pero en la otra se enojan, cagaos de calor, llenos de lanzas, la plata no alcanza, entre otras miles de cuestiones que estoy seguro que a ustedes solitos se les ocurren.
Para mí la navidad es un pretexto para estar en familia, un día especial en que todos se demuestran el cariño con un regalo, o con algún gesto, se sacan fotos. Lo mejor es cuando hay niños, porque viene todo el cuento mula del viejito pascuero y verles su cara cuando abren los regalos es lo mejor.
También me he preguntado que cuando tenga mis propios mostros les tendré que explicar que en la Navidad algunas personas creen que es un día especial porque nació Jesús en un pesebre, y que otras lo disfrutan porque se juntan a comer rico y a recibir regalos.
Prefiero cuando la gente me desea unas "lindas fiestas" o "que lo pase bien con su familia", porque cuando me dicen "Feliz Navidad" la dura que no cacho que onda.
Y para terminar les cuento (para sacarles pica nomás) que mañana me voy a Iquique a la fiesta de fin de año de mi pega, con todos los gastos pagados (incluye a mi Gato) hasta el fomingo, asi que: lero, lero.
Yao los vemos.


martes, diciembre 16, 2008

Crónicas Chuchetas LXIII: Mi antiguo barrio.

Con el Gato vivimos por casi dos años en el Barrio Yungay. Como muchas cosas de mi vida, fue de pura casualidad que arrendé un depto por esos lares: me quedaba cerca del metro y el depto era bastante amplio. De a poco fuimos conociendo el barrio, cachando su “onda” y los lugares: el Sindicato, la Peluquería Francesa (donde el Gato se corta el lope hasta el día de hoy), la plaza Brasil y sus curaos, la plaza del Roto Chileno donde se ve gente de todas las nacionalidades y hartos negros, Matucana 100, la Biblioteca, la Quinta Normal, el Charro de Oro (comida mexicana baratísima), el Huaso Enrique, el Galpón Víctor Jara y todas sus calles que caminamos por puro gusto y otros lugares más que ahora no se me vienen a la mente.

A pesar que no extraño el depto. (me aburrió vivir en ellos) extraño harto la vida de barrio. A una cuadra teníamos una pulenta feria, donde les comprábamos siempre a los mismos caseros, los saludábamos y hasta nos despedimos cuando nos fuimos. Teníamos también a nuestro dealer de películas, el Ángel, que siempre que nos veía temprano en la feria nos gritaba de donde nos viera que si acaso nos caímos de la cama, que nos devolviéramos a la casa sino el día se iba a echar a perder. También los quiltros del barrio: la Muñeca (una siberiana) que llegó de repente y ni molestaba; y el Hacha, un quiltro que llegó un invierno que hizo mucho frío (el 2006 me parece) y cuando salíamos en la mañana temprano a trabajar lo veíamos todo enrolladito y flacuchento con una capa toda roída. Hasta que lo aguacharon y después se puso guatón, balsúo y si una le iba a hacer cariño, te mordía. El Hacha duerme en una casa que le hicieron los vecinos con la Muñeca, en la calle. El otro quiltro era el Chasquita, feo y choro como él solo, se paraba en medio de la calle y los autos tenían que hacerse a un lado, por más que nosotros lo llamábamos para que no le pasara nada. Hace poco pasamos por el barrio y tenía una pulenta casa.

Mi favorito lejos es el Patán Mario, mezcla de quiltro con labrador. Su amo es el Luis, que tiene un negocio que nunca cierra, con unos horarios que nunca entendimos, donde comimos la marraqueta más rica. El Patán es el fundido de toda la gente del barrio (y convive lo más bien con el Hacha y la Muñeca), guatón y regalón.

Me gusta mucho la vida de barrio, la verdad. A pesar de las vecinas copuchentas, algunos ruidos y la música mala del vecino que no falta.

Estoy volviendo a vivir como me gusta. Y eso me tiene contenta.

Yao los vemos.

jueves, diciembre 11, 2008

Crónicas Chuchetas LXII: Ayer jui a ver a Madonna.


Como soy terrible de importante en mi pega, no pude salir antes y tuve que trabajar hasta las 18:30 igual que siempre. Obvio que es talla, lo que pasa es que encuentro un resto balsa irme antes por un recital, además que no hubiera podido. Por muy fanática que sea de Madonna, cuido mi pega.
La cosa es que entre que el Gato me vino a buscar, a mi jefe se le ocurrieron mil cosas a última hora, estacionar el tocomocho donde mi hermana (nos queda mucho más cerca del estadio que el de la pega) llegamos al Nacional tipo 8:15. Igual hacía más calor que la chucha y ni nos revisaron. Es que no tenemos cara de pungas, lo somos por dentro.
Pa' entrar a andes igual era como lejos, y yo toda desesperá como que entre que corría y apuraba al Gato. Caché unas poleras blancas tipo musculosas de mina que decían "Madonna" (obvio) pero costaban 15 lucas asi que nica. Encontramos asientos a un costado del escenario, osea, no veíamos de frente, pero no me importó porque yo quería ver a Madonna. Tocó Paul Oakenfold (muy gueno) y en esa espera sapié a la gente. ¿Y qué vi? Minas enteras producías (yo siempre voy lo más cómoda a un recital, osea sin tacos), hombres guatones tratando de parecer lolos, y gente piola. Las minas que estaban sentadas al frente de nosotros como que no tenían mucha cultura de recital y cuando alguien se paraba frente a ellas como que se molestaban, y de repente yo le digo al Gato que ojalá no cante la canción esa de Evita, y una de ellas se da vuelta y me dice: con que cante Crazy for you yo estoy feliz. Entonces la pregunta interna jue: ¿y no cachó el track list? Porque yo lo llevé impreso pa' cachar canción por canción, y me parece que desde hace como 25 años que Madonna no canta Crazy for you en un recital.
Y me tuve que acordar del recital de Soda Stereo: lleno de gente sin onda, que no cachaban nada más que las canciones más conocidas y si tocaban la última del lado b del casete (para que se entienda la idea) ni la tarateaban, porque se quedaron en los ya apestosos 80, por lo menos a nivel musical/radial. Vibraban sólo con las más conocidas y que ya ni me gustan de tanto que las tocan y las tocan. Lo mismo con estas lolas. ¿Pa' que van al recital si ni cachan el último disco? Lo bacán de ir a un recital es estar con gente que sea fanático como uno, que cante a todo chancho, que baile y que se sepa todas las letras. Eso jue por lo menos lo que yo hice todo el rato, porque pensaba que quizás cuando volveré a ver a Madonna y cantar las canciones que me gustan y en vivo y en directo. Y como soy entera viva y no agilá caché cuando tocaba mi favorita de su último disco y la canté a toda chancho.
A la salida me compré mi cintillo entero pulento y llegué terrible de tarde a mi jato, asi es que hoy ando cagá de sueño pero no me importa. Y si hubiera podido, me repito el recital hoy día.
Yao los vemos.

miércoles, diciembre 10, 2008

Crónicas Chuchetas LXI: Thispo.



La otra vez leí en el blog de Kala sobre la anorexia y quedé recontra impactada. Y hoy, navegando nosedonde, encontré unos blogs tan pero tan tristes sobre estas pobres niñas y su problema. Y encontré este otro concepto: Thispo.


Buscando definiciones en foros y páginas, es más o menos un juego de palabras en inglés, que sería así:

thin: delgado
inspiration: inspiración
thinspiration: inspiración para ser delgado


Acá les dejo la definición de una anoréxica en un foro: …ser una thinspo??como tu modelo a seguir en tu reto para añcanzar a tner su cuerpo¿si es eso, la mia es Lindsay Lohan, es bellísima y tiene un cuerpo de escándalo. Me gustaría a ser la mitad de lo q ella es, y a ser como una super actriz ya puede estar bien o destrozada q publicamente aparentará siempre lo contrario, lo conseguí durante años, pero stoy perdiendo facultades, ya no sirvo ni xa eso.




La anorexía y bulimia la llaman "ana y mia". Tipeenlo en google y se van a llevar muchas tristes sorpresas. Encontré dos blogs muy tristes: uno de ellos, el nick es "triste princesa" donde anota las calorías que consume día a día y los ejercicios que hace. Me puse a leer todo su blog para entenderla un poco (ya saben que tengo poca pega) y ella misma cuenta "mi vida con Ana": ...Mi vida con Ana empezo bastante tiempo atras , mas o menos cuando cumplí los 12 , diría que casi sin darme cuenta , recuerdo un dia que yo estaba muy cansada porque no habia estado en todo el dia y cuando llegué a mi casa encontré un paquete de galletitas y comí algunas , cuando me ven mi mamá y mi abuela me dicen : " siempre lo mismo , estás comiendo todo el día . . . "Y desde ese día las comidas fueron 1 o dos por día , pesaba 52 en ese entonces y llegue enseguida a los 47." Para esta triste princesa "Ana" es su amiga, la ama y así logra adelgazar y bajar de peso de una manera horrorosa. Y tal como dice su nick, siempre siempre siempre está triste y angustiada. Incluso va día a día anotando un "reporte" de cuántas calorías consume y qué tipo de ejercicio hace, y por cada uno se da un puntaje. Leí para cachar de dónde se sacaba el puntaje, pero no lo encontré. Hay un día que no come nada, pura agua y caldos. Muy triste.


La otra es "gorda infame" y en su blog se describe y termina con Lo único malo es que a veces soy una potencial suicida. La pobre se corta, se encuentra gorda, fea y se encierra en su casa a puro adelgazar. Va a la sicóloga, la engaña, sufre por su novio, pone puras fotos de modelos desnutrías y escribe que es una cerda asquerosa, escribe su peso, se angustia porque baja nada, porque se cansa y decide estar todo el día en la casa hasta adelgazar 12 kilos. Y se da atracones de comida, se corta como castigo, y así sigue su vida.
Lo que puedo reflexionar después de leer a estas pobres niñas es la media responsabilidad que tengo cuando sea mamá, si es que tengo una mostra. Sobre criar mujeres seguras, que no se deje influenciar por las modelos desnutrías que salen en la tele o las mismas minas que animan o actúan, que cada vez están más flacas y dicen en las entrevistas que son secas para los chocolates, como si una fuera gueona y les creyera.
En fin. Leí puras cosas tristes, pura desesperanza, autodestrucción. Ojalá los papás de estas niñas estuvieran más alertas, porque muchas veces lo que les ocurre viene por los papás que tienen. La marca indeleble de nuestra niñez, dicen.
Hoy Madonna, a ver si les cuento como me jue.
Yao, los vemos.
(La foto la saqué de un blog de una niñita que las usa como Thispo)

lunes, diciembre 01, 2008

Crónicas Chuchetas LX: Soy Secretaria.

Hoy me llaman por teléfono todos los jefes, me regalan flores y me llegan tarjetas virtuales. Porque yo también soy secretaria.

Venía en el auto pensando en las cosas de la vida porque jamás pensé en serlo. A decir verdad, nunca tuve muy claro qué hacer una vez que saliera del colegio, sólo me gustaba leer y escribir. Igual que ahora nomás.

La cosa es que me puse a estudiar Derecho y al tercer año dije hasta aquí nomás llego. Era una alumna bastante mediocre (me gustaba Historia del Derecho harto eso sí) y mi papá, sabiamente, me dijo que me pagaba una pura cuestión más. Entonces me puse a buscar y pensaba que sí ya tenía 22 años y volvía a estudiar otros cinco años más recién cerca de los 30 me iba a independizar y esa guea si que no me gustó. Entonces me jui al Manpower. Me fue terriblemente bien porque de estudiar todo el día a estudiar 3 hojitas para una prueba era entero papa. No falté jamás a clases aunque era como colegio de monjas en esos años: no dejaban entrar hombres, las profesoras te vivían corrigiendo la postura, que no comas chicle, entre otros. No tengo amigas de esa época porque era todo tan raro para mí, que siempre estuve en un ambiente mixto de pronto ver puras minas que se peleaban por puras gueas y un día eran íntimas y al otro se odiaban. Lo bueno que como jui guena alumna pude hacer la práctica en forma interna y terminé el año con sueldo de secre. Y lo primero que hice fue comprarme lentes de contacto, cosas que mis papás nunca hicieron porque yo era entera destrozona. Ahora un resto menos.

Y así comencé a ganar plata y tener cuenta corriente cuando mis amigos todavía estudiaban y me tuve que mamar la cara de que yo era penca de mucha gente porque soy secretaria, esa onda que te miraban en menos. Incluso una vieja bigotúa (la tía bigote) me dijo que penca lo que había estudiado, como que la había cagado. En fin. Otra vez un grupo de agueonaos hicieron un brindis porque eran todos profesionales y me miraron con cara de pucha que lata que tú no.

Igual me ha costado aceptar mi destino de agilamiento nomás. No ha sido fácil para mí como el autoaceptarme en esta pega, porque me gustan otras cosas. Y he estado en trabajos donde no te valoran, pero ahora con el tiempo he entendido que los errores eran culpa mía que no paraba los carros y que de pura gueona no cobraba más. Hasta que renuncié donde los gringos y me puse a pedir más plata y llegué a esta pega. Y me gusta este trabajo, la gueá rara. Es que con la plata que me gano, más los beneficios que tengo, puedo hacer las cosas que me gustan. Y hago bien mi pega, encuentro yo. Me mando hartos condoros igual, porque a veces soy media volá.

En la evaluación del año pasado uno de mis jefes me dijo que yo tenía dos cualidades muy buenas: buena presencia y buen trato. Y me deprimí, porque me hubiese encantado que me dijera que yo era inteligente y rápida, por decir algo. Pero después caché que esas cualidades son importantes para el puesto que tengo y la gente que veo, ya que "topé techo" como quien dijera, soy así como ser la secretaria de la Presidenta. Entonces por lo mismo yo no veo papeleo latero ni facturas ni nada de eso que muchos verán en muchas de las secretarias que los rodean, de hecho tengo poca pega en general y leo el diario y navego en internet y cero rollo, pero mis responsabilidades son otras y sobre todo la información que manejo es enteramente y terriblemente confidencial. En serio.

Debe ser que tengo 35 años, que con el Gato me siento 100% plena que he ido como entendiendo muchas decisiones que tomé que me hicieron llegar hasta acá. Igual ahora soy traductora y tengo un diplomado de la Católica para secres asi es que soy entera bacán. Y también se agradece el cambio respecto al rol que nosotras tenemos en la "gestión empresarial", porque eso de escribir cartitas y contestar el puro fono ya quedó atrás. Y gracias al haber estudiado en Manpower siempre se me abrieron todas las puertas pa las pegas.

Tengo un montón de historias pa' contar, pero ya está gueno ya.

Feliz día a todas las secres.

Yao los vemos.

jueves, noviembre 27, 2008

Crónicas Chuchetas LIX: Entero agilaos.

De entre la chorrera de cosas que hacen los hombres y que yo no soy capaz de comprender, es ese afán tan regil que tienen de sacarse fotos con las minas.

Me explico: el finde el Gato me mostraba unas fotos que se habían sacado unos gringos hace un par de años atrás con las minas de un café con piernas (fotos que no me quiso prestar para ilustrar este blog) y yo le pregunté, como siempre le pregunto: ¿y pa' qué se sacan fotos con las locas?
Entiendo que no es lo mismo sacarte una foto abrazado a una estrella del cine o un cantante que viene por única vez a Chile. Eso lo descarto. Me refiero a otra cosa: pensemos en el Salón del Automóvil, o la Expomin (expominas en rigor). ¿Qué hacen todos los breas? Sacarse fotos abrazados con las minas, para después subirlas al facebook (las he visto) o quizás inspirarse en la soledad, supongo.
Pongámosnos de acuerdo, chukillos: que ustedes se saquen foto con la lola en cuestión no significa NADA. Nada de nada: no van a salir con ella pa' después quebrarse con los amigos, la lola no les va a dar el teléfono para que después salgan con ella y terminen encamándose y ellas deseándolos con locura. Es sólo una foto patética abrazada con una modelo que se abraza con otros cientos de califas más que quieren una foto con ella para después decirle a los amigos: cacha con quien me saqué la foto, y los otros la van a mirar con cara de babosos y eso es todo.
Yao los vemos.

martes, noviembre 25, 2008

Crónicas Chuchetas LVIII: Día de la miusic.




El sábado partimos pa' la Quinta Normal al día de la música con el Gato. La guea estaba llena de gente, champa como dice un amigo. Y por supuesto, vendían de todo: sambis de soya, ropa, aros, poleras, bebias, pirsencitas, el Gato se compró una quena (otra más!) y yo una polera de esas bordadas a mano que hacen en Ecuador. También vendían música entera barata (estaba la Rock & Pop, la Radio Uno y otros más).


La mayor parte de los loquitos estaban o borrachos o volaos. Cosa que me da lo mismo la verdad porque con tanto pasto y tanto espacio pasa piola. La cosa es que cuando nos acercamos al escenario estaba tocando la Denise Malebrán que canta la raja pero me cae como el hoyo por otra guea que ya no importa. Estuvimos en el mismo colegio, ella como tres años antes que yo, y siempre cantó bacán. Pero igual me cae mal. Nos empezamos a acercar al escenario y salió Sergio Lagos, que canta como el hoyo, entero póser pero le dio el toque entrete al recital: le tiraban botellas plásticas, le gritaban puras chuchas, la mayor parte de los locos con el dedo del medio parao, y el brea dale con cantar y decir que no tenía susto y que no le achuntábamos y la onda. Igual bien por el loco, que no se achunchó y "cantó" (sí, claro) hasta el final.


Cuando le tocó al turno a mi grupo favorito del momento, Teleradio Donoso, unas pendejas se pusieron delante nuestro y puro se sacaban fotos onda fotolog. Y una que quiere ir a escuchar y ver, molesta. Claro que cuando todos aplaudían, ellas también. Enteras agilás.


Y como soy pulenta pero no tanto, fui con hawaianas (en vez de zapatillas) y al salir Chico Trujillo, siempre queda la cagá. Y quedó: todos los locos saltando, con las latas de cerveza (quedamos bañados) y al principio igual como que me reí y el pobre Gato (que su guen tamaño lo tiene donde verdaderamente importa y no del suelo al cielo) apenas podía protegerme, como quien dijera. Asi es que nos movimos un poco de ahí porque la verdad estaba la sola cagá con los loquitos.


Eso sí que siempre me pregunto lo mismo cuando voy a este tipo de eventos: ¿estaré muy vieja ya? Aunque había de todo: pendejos, más adultos y hasta familias. Lo que pasa es que yo no me siento de 35, que me faltan 5 para los 40 y que debo hacer ciertas cosas y otras no. Por supoto que no me visto como pendeja ni tengo sus actitudes (que ya las tuve de seguro, pero en forma inconciente), pero igual me lo pregunto. Cosas que me pasan por la cabeza nomás.


Igual lo pasé chancho, nos reimos caleta y me encantan este tipo de cosas.


Yao los vemos.


jueves, noviembre 20, 2008

Crónicas Chuchetas LVII: Y dale con la Mención Honrosa.

Ayer como todos los miércoles jui al taller literario. Un poco más tarde porque Marco Antonio es entero jurgolero (y varios más), lo que me da tiempo para estacionarme, cosa que aun hago como el forro.

Llegó Egon, el ganador del concurso Teresa Hamel. Se tomó un tiempo sabático del taller porque el lolo ya tiene la disciplina del escritor: se sienta y escribe y escribe y escribe. Egon también ganó el concurso del Revista Paula el año 2006, toca el bajo en una banda de punk rock y es entero guena onda y piola. Como es de Puerto Montt, siempre sus cuentos pasan por el Sur. Escribe pulento y siempre he admirado la forma en que escribe y desarrolla personajes.

Al taller de Marco Antonio llegué de pura casualidad. Como este año no estudié nada y no me gusta la sensación de andar de vaga por la vida, y además me lo puedo pagar, comencé a averiguar sobre talleres literarios. Tuve una semana en el borrador el mail de Marco Antonio, porque tenía algunos reparos con él, esa cosa de verlo en la tele. Y como siempre, tuve que meterme mis reparos por la raja, porque en este taller sí que me siento cómoda, me gusta mucho el ambiente y Marco Antonio es simpático, relajado, ubicado y sin aires de nada. Debe tener algún defecto, pero no se los conozco.

En algún post escribí que desde que estoy con el Gato me han pasado puras cosas buenas. Como que este amor me ha hecho estar más segura de mi misma, o quizás son los años (me refiero al entendimiento de la vida que otorga la experiencia) más el amor, porque antes fui a talleres literarios de otros escritores (más o menos conocidos) y no me sentía cómoda, me costaba escribir, entero raro todo. Y por supuesto que era yo. En todo caso, si no fuera porque tenemos “tareas”, no escribiría renunca y me iría en las puras ideas que cuando manejo o camino ando pensando y al final jamás las llevo al papel.

Ayer el Egon me contó que al concurso de Teresa Hamel llegaron más de 500 cuentos. Si yo me creo la raja con mi Mención Honrosa, me imagino él con su primer lugar. Y de nuestro mismo taller (es que somos tan pulentos) Pascual Brodsky es finalista del concurso de la Revista Paula.

Al que tengo que agradecer por esta Mención Honrosa es a mi papá. Onda entrega de premios con micrófono y todo, pero él fue la primera persona que me dijo que yo escribía bien, a mis 8 guatones y rucios años, cuando le mostraba lo que escribía en mi diario de vida, que aun conservo. Después me traía libros, algunos Papeluchos, Adios al 7 de línea, y varios otros más que me acompañan siempre. Gracias a mi padre escribo.

Y pa’ los que cachan, el cuento que mandé es el de la mina entera barsúa, la cuica con el medio ombligo.

Gracias a todos por su guena onda con esta humilde servida.

Yao los vemos.

martes, noviembre 18, 2008

Crónicas Chuchetas LVII: Mención Honrosa.

Todavía estoy tan refeliz y como en estado de shock que me cuesta hasta concentrarme, pero les quiero contar que soy una de las 9 menciones honrosas del concurso literario "Teresa Hamel".

Algunos de los que me leen cachan que participo en un taller literario con Marco Antonio de la Parra, y gracias a esto como que he sido capaz de escribir un poco más y perderle el susto a la escriturá. En mi primer día en el taller Marco Antonio me dijo: aquí es obligación escribir mal, cosa que me tranquilizó porque lo que me gusta de este taller es que existe una "guena onda" en el aire y nadie se las da de nada.

En fin, estoy muy muy feliz, porque el sólo pensar que otra gente leyó lo que escribí y les gustó hace que mi ego crezca y aunque no gane un peso ni na igual estoy muy muy feliz.

El cuento que mandé lo publiqué aquí, asi es que el que cacha, cacha.

Yao los vemos.

jueves, noviembre 13, 2008

Crónicas Chuchetas LVI: La Juana Meneses.


Muchos de ustedes, lectores varones, no tienen idea la cosa esta de la menstruación. Bueno, una idea media vaga por sus mamás o hermanas o pololas o señoras. Y muchos creen que una le pone color, que se anda "haciendo" la enferma y que anda ojerosa por las puras. Puede ser que enveces nos aprovechemos pa' que nos regaloneen, pero que molesta y hay dolores, puta que los hay.
Comencemos con los días antes: se anda llorona, quejona, hinchada, con ganas de comer chocolate (osea más ganas), el pelo feo, entre otras cosas. Depende de la mujer y de si está con algún método anticonceptivo, que a veces disminuyen el SPM (Síndrome pre menstrual, si hasta está estudiado, la guea no es na cuento). Después llega la famosa menstruación y nos recontramega hinchamos (no como salen las minas en la tele, planitas) y, personalmente, no me dan ganas de hacer nada porque me siento como pez globo, la pulenta que sí. Pa' que les digo el asunto del sangrado, otra guea bastante desagradable. Personalmente, evito todo lo de color blanco, no como en los comerciales entero mulas.
El problema se da cuando el varón que te acompaña en esos días no empatiza mucho contigo. En general los hombres no son muy guenos para la "identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro", como lo encontré en la RAE. Asi es que es bastante normal que te diga (o piense) ya anda con la guea, como si a una le encantara tener cambios de ánimo o llorar con cualquier comercial medio gil, y después cachar que es por la menstruación. Mi consejo en forma personal para los varones lectores es que no nos pesquen en esos días, hagan como que no escuchan, no ven las lágrimas, ni la media guata hinchá, y rajense con una florcita piola o un chocolate piola también (sino los vamos a retar porque cómo no cachai que estoy haciendo dieta y me trai la media tentación) y aguanten el chaparrón hormonal, porque gracias a él podemos traer hermosos niños y niñas al mundo y por último si tanto tanto les molesta tienen que ser gay.
Yao los vemos.

jueves, noviembre 06, 2008

Crónicas Chuchetas LV: Podrían señalizar los chuchetumare!

Esta semana estoy "viuda de primavera" como quien dijera, porque el Gato se jue a comer ratones al norte por unos pocos días. Asi es que me ha tocado manejar de ida y de vuelta solita (gran mega logro para mí) .
Es el medio pique, del campo a la city, pasando de camino rural, autopista, como tres comunas hasta llegar a mi pega.

La cosa es que me he dado cuenta que la mayoría de los conductores o conductoras no señalizan. Para nada. Ni siquiera ponen la luz de emergencia si están detenidos en una calle y yo mientras me acerco me pregunto: ¿estará estacionado, está esperando a que alguien baje del edificio, es entero gueón? Porque para mi no es llegar y adelantar, no poh, todavía me da julepe y si no viene nadie como a mil metros recién me atrevo.

Ahora yo me pregunto: ¿por qué no señalizan? ¿Es de rotos hacerlo? ¿Tengo que leerles la mente pa' cachar sus intenciones automovilísticas?

Y después los perlas andan diciendo "es que la gente maneja tan mal". SEÑALIZEN, por el bien común más que sea.

Yao los vemos.

miércoles, noviembre 05, 2008

Crónicas Chuchetas LIV: El día que hice los gual disnei.


El día de las votaciones igual como que dudé. Porque lo que sí aprendí una vez que fui vocal de mesa es que los votos dudosos se los pelean a muerte, y que un voto puede hacer diferencia. Y la pulenta que es la media responsabilidá, por lo menos para mí. Por eso ni ahí con discutir de política con los giles que no están inscritos.
Y como guen día de elecciones, cualquier calor y cualquier taco. No voy a pata a votar hace años porque lo hago en mi pueblo de crianza como quien dijera: San Bernardo, o San Beca o San Bolo. Pobre pueblo, lleno de flaites y pacos. Se ha transformado en una ciudad dormitorio sucia y peligrosa. La cosa es que entre llegar y estacionar y sumemosle el calor, pensaba si voto nulo o voto la pulenta.
Hice la cola pa votar mientras tres minas llegaron con guaguas emprestás pa' pasar piola y varias reclamaron, qué cómo no pudieron dejar la guagua en la casa, que si es por eso traigo a mi sobrino (esa fui yo) y como la embarazada hacía la cola piola y na que se ponía cara de lástima. Como a los 15 minutos después me entregaron las planillas esas pa' votar y entré. Entonces agarré el lápiz y le puse el pulento gual disnei al lado de los símbolos de los partidos políticos que más me cargan (los de derecha) y para que no quedara ningún asomo de duda escogí a todos los candidatos.
Puta que me sentí bien. Porque ando gueviando hace como un año que votemos nulo y la gueá y lo hice. Después el gato me contó que escuchó a una lola decirle a su peor es na que también había hecho lo mismo.
Y si no cachan mi volá por los votos nulos, hagan memoria aquí.
Yao los vemos.

martes, octubre 28, 2008

Crónicas Chuchetas LIII: Serravalle Scrivia.


Hace unos guenos años atrás, viví en este pequeño pueblo del norte de Italia.
Tengo un millón de recuerdos: el calor húmedo, las liras (el euro estaba recién comenzando), los trenes, los parques de juegos sin niños, tanta gente vieja, las comidas, los helados, las fiestas costumbristas, los que no se bañaban nunca, el mediterráneo tan fome, tanto celular, mi primer tatuaje...
Eso fue cuando tuve el sueño de irme unos años de Chilito para ver como me iba y vivir en carne propia el comenzar de cero en cualquier parte.
Aunque ese bichito todavía lo tengo en algún lugar.
Por mientras, sobrevivo en el gris Santiago.

viernes, octubre 24, 2008

Crónicas Chuchetas LII: La Fitipardi.


He manejado harto esta semana. Media guea pensarán ustedes, pero para mí es un gran paso. Saqué licencia a fines del año ’98, después hice otro curso de manejo (no recuerdo con exactitud el año) y como siempre me daba mucho susto, me resignaba y seguía como peatón. Hasta que decidimos irnos a vivir fuera de la capital, como quien dijera. Entonces hice mi tercer curso de manejo (me tinca que ya conté esto en algún post, pero igual sigo), sólo práctico, y me di cuenta que era terrible de fácil.

Igual me dio susto, de nuevo. Al principio me hacía la añiñá y decía: qué tanto, ni ahí con los agilaos. Pero no poh, no fue tan así. La gente es mega agresiva, yo cacho que algunos si te pudieran chocar, hacerte cagar el auto y si, como guinda de la torta, vo te morí, estarán terribles de realizados como personas.

Comencé a investigar sobre alguna fobia y sí existe una, se llama “amaxofobia”. Me tinca su resto chanta. Me metí a leer unos foros de ayuda y caché que la gente que tiene terror de manejar es porque le han pasado gueas pelúas, onda accidentes terribles y cosas así. Leí varias opiniones y entonces pensé: me ha pasado cada gueá penca en la vida y he salido adelante, ¡cómo no voy a manejar! Después de ese entero pulento pensamiento, manejé y listo. Claro que soy lenta, no cacho cómo estacionarme, pero ya no me da el susto de antes. Voy escuchando música juerte y canto a Madonna, mientras llega el 10 de diciembre. Y como me creo hippie, manejo a pata pelá porque los tacos me le enganchan en las gomas del auto.

A veces pienso que desde que conocí al Gato me han pasado puras gueas entera pulentas. No sé si seré mejor persona y el atao (aunque trato) pero sí soy mucho más feliz, y espero que el resto se chorree de la guena onda.

Ya los vemos.

martes, octubre 21, 2008

Crónicas Chuchetas LI: Hace 15 años.


Para escribir este post me inspiró la Sabina, también conocida como la Yegua Sabi.
Hace 15 años atrás tenía 20 y estaba estudiando derecho, carrera que no terminé (aunque estudié alrededor de tres años) y la verdad que andaba terrible de perdía en mi vida. Lo que sí me gustaba hacer mucho mucho era leer y escribir. Un poco como ahora, claro que con más tiempo pero menos plata para comprar libros.
Igual era feliz. Un poco pendeja, descubriendo la vida. Estaba en los scouts y todo mi entorno era como el mismo que el del colegio. No me había pasado nada malo, vivía en una casa linda, no tenía tele en la pieza y me gustaba harto bailar, igual que ahora. Claro que ahora ya no lo hago casi nunca.
Nunca me imaginé "grande", como quien dijera. No me veía ni casada (aunque a veces me imaginaba que vivía sola en la playa) ni con hijos ni trabajando ni nada. Era una pendeja nomás.
Después la vida se encargó de enseñarme unas cuantas cosas y todo el dolor que vino con el tiempo me hizo ser la persona que hoy soy.
No me extraño de 20 años. Era otra realidad, muy protegida, como en burbuja.
Me gusto más ahora.
Juerte el ejercicio.

viernes, octubre 10, 2008

Crónicas Chuchetas L: Anthony de Mello

Hace un resto de años atrás me regalaron el libro "La oración de la rana" de Anthony de Mello. Les dejo unos cuantos cuertos cortos a ver como les va.


—Usted perdone —le dijo un pez a otro—. Usted es más viejo y tiene más experiencia que yo, y probablemente pueda ayudarme. Dígame, ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He buscado por todas partes y no lo puedo encontrar.
—El Océano —respondió el viejo pez— es donde estás ahora mismo.
—¿Esto? Pero si esto no es más que agua... Lo que yo busco es el Océano —contestó el joven pez. Y se marchó decepcionado a buscar en otra parte.



Un exprisionero de un campo de concentración nazi fue a visitar a un amigo que había compartido con él tan penosa experiencia. De tanto en tanto solían encontrarse para comentar aquel tiempo terrible de horror y crueldad. Tras saludarse como hermanos, la conversación recayó sobre el tiempo pasado y los recuerdos que afloraban a sus mentes.

En un momento de la conversación el visitante preguntó a su amigo:

- ¿Has olvidado ya a los nazis?
- Pues no. Aún sigo odiándolos con toda mi alma.
- Entonces -le dijo apaciblemente su amigo-, aún siguen teniéndote prisionero.

(Nuestros enemigos no son los que nos odian, sino aquellos a quienes nosotros odiamos).


Un discípulo llegó a lomos de su camello ante la tienda de su maestro sufí. Desmontó, entró en la tienda, hizo una profunda reverencia y dijo “tengo tan gran confianza en Dios que he dejado suelto a mi camello ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que le aman”.“Pues sal fuera y ata tu camello estúpido!” le dijo el maestro. “Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo.”


En cierta ocasión, el Maestro oyó casualmente cómo un discípulo le decía a un visitante: «Tengo a honra el hecho de haber sido personalmente admitido como discípulo por el Maestro, mientras que se cuentan por centenares los que han sido rechazados». Cuando tuvo ocasión, el Maestro le dijo en un aparte: «Vamos a dejar una cosa muy clara desde el principio: si tú fuiste elegido, y otros no, fue únicamente porque tú estabas más necesitado que ellos.»

martes, octubre 07, 2008

Crónicas Chuchetas XLIX: Experta en muertes.


Como ya pasé la terrible fase del duelo, me he convertido en experta en dar pésames, en hacer cosas cuando todos lloran, y en explicar que cuando rechucha se va a pasar el dolor, o responder preguntas tipo ¿Y cuándo se murió tu papá cuanto tiempo te faltó para sentirte bien?
Me pasó sin querer queriendo. No es que yo me acerque a la gente para "aconsejarlos" o contarles mi experiencia y que vean lo bacán que soy a pesar del duelo. Pasa nomás.
Recién tuve una conversación vía msn con un antiguo blogero que su papá se murió de cáncer en agosto recién. Estaba lleno de pena, no quería (o no podía) llorar y le dije que llore, sino se va a enfermar, entre otras cosas. De paso le di el siguiente link, que me sirvió de mucho alguna vez.
La muerte siempre nos acecha, siempre nos anda haciendo zancadillas y recordándonos su existencia. Y como jamás nunca nadie nos ha enseñado cómo aceptarla, como vivirla, nos hacemos mierda.
Y si puedo, ayudo y escucho.
Una experiencia que jamás pedí pero que igual tengo.
Yao los vemos.

jueves, octubre 02, 2008

Crónicas Chuchetas XLVIII: ¿Hasta cuando vai a amarlo, ah?

Siempre he tenido una duda respecto al amor hacia el otro y el amor hacia una, la famosa autoestima (y no narcisismo que esa gueá es enfermedad), y lo que pueden aguantar muchas mujeres porque “están enamoradas”.

Es que la pulenta que me empelota. Con todo respeto y la poca tolerancia que tengo.

Voy a tratar de explicarme para que cachen que onda: pongamosle una lola que vive con un lolo. O que anda con uno, da lo mesmo pal caso. Y el lolo es como el forro, pero no que no la llama ni nada ni que no le compra regalos o que no la invita a ninguna parte. Estoy hablando de gueones pencas, irresponsables, barsas, pendejos eternos, que no asumen ni su propia vida, machistas al peo, putos por inseguridad, entre otros. Es decir, y una que lo ve de la otra orilla, hombres que les hacen pésimos a la mujer con la que esté.

He conocido mujeres que les soportan por “amor” gueas que de verdad me indignan: que las gorreen, que se las caguen con plata, que no las respeten, que las alejen de sus amigos, que las pospongan por un partido de fútbol sin importarles dejarlas botadas porque después viene el “tercer tiempo”, que son padres irresponsables, entre vaaaarios otros.

Lo peor del caso es que muchas de ellas son mujeres exitosas y bonitas: guenas pegas, se dan vuelta en la calle a mirarlas, pero ellas no lo saben. Y ahí es donde atacan estos breas para aprovecharse de su baja autoestima, ponerles la pata encima y dejarles en claro “quien manda”.

Después de conocer varios casos así y emputecerme de la tontera de las lolas en cuestión, he sacado algunas conclusiones:

- El loco no las quiere, sólo se quiere así mismo. (Osea entero guea). Porque cuando yo quiero a otra persona, no me aprovecho de sus debilidades para cagármela ni ataco su punto débil. Si yo sé que la lola tuvo carencias afectivas en su niñez y eso la tiene toa cagá en su adultez, no le hago juegos medios escabrosos que la voy a abandonar porque sé que tiene miedo a eso mesmo, al abandono.
- Las lolas no se quieren a sí mismas. No poh, no me digan que actuan por amor. Lo siento, no es así. No es posible que pillando al hombre en cuestión gorriándome yo lo perdone porque lo amo, y así varias veces y otra más. Y yo sufro y lloro pero igual lo perdono y lo vuelve a hacer.
- La otra conclusión que nace de la anterior: autoconvencerse que es amor y que aunque la lola tenga colon irritable o alguna enfermedad psicosomática, dice que lo ama y que lucha por eso.

Me empelota porque TODAS Y TODOS tenemos otra oportunidad en la vida, y otra más y otra más, y mil veces. No hablo de balsa porque me pasó y si de alguna gueá me arrepiento en mi vida o mi “big mistake” como dice esa aplicación de facebook fue eso mesmo, estar con un brea así, que me hizo inmensamente infeliz. Pero me di juerza de donde no tenía y comencé de nuevo. Hablo desde mi propia experiencia.

Lotra vez comentábamos con un grupo de conocidas esto mesmo y una nos contó que aconsejaba a sus amigas que tenían problemas en su matrimonio (problemas de maridos barsas) que lucharan y blabla. Yo le dije que al contrario, que la vida muchas veces te envia señales y que la gracia de eso mesmo es que una siempre puede volver a comenzar y que “mejor sola que mal acompañada” no es una frase para hacerte la pulenta, sino que es la pura y santa verdad.

Es como el chiste de Condorito que siempre uso de ejemplo: un hombre en el techo de una casa y está todo inundado a su alrededor. Llegan los pacos, los milicos y los vecinos a rescatarlo, y él les dice que dios lo salvará. Y cuando se muere y le pide explicaciones a dios, éste le responde: ¿y los pacos, los milicos y tus vecinos que te mandé? Esto mismo yo aplico a la vida de todas estas mujeres que yo conozco, que soportan a un patán porque tienen miedo a mil cosas, y no porque lo aman. Y se hacen las ciegas frente a las mil señales que la vida les envía.

Varias aclaraciones: este es un post 100% femenino, es decir, me metí la visión de los hombres por la raja. Lo que no significa para nada que los hombres son todos barsas, porque conozco varios a toda raja, como mi hermano y mi Gato. Aclaración que hago porque algunos lectores que tengo sé que se pondrán sensibles con el tema y me dirán de las mujeres como el copi, que también las conozco y sé que son malas madres, medias putas o que puro quieren plata y se hacen las gueonas.

De todas formas este post entero largo es un desahogo por algunas situaciones que me emputecen y me sirve de descargo nomás.

Gracias por leer hasta el final.

Yao los vemos.



jueves, septiembre 25, 2008

Crónicas Chuchetas XLVII: El secreto.

Aunque trato de no ser prejuiciosa, lo soy. Pero cada día es un aprendizaje y acá estoy, reconociendo mi agilez.

Resulta que el famoso libro “El Secreto” me tenía chata porque me imaginaba que era onda Paulo Coelho o autoayuda barata que tanto abunda. (A Coelho lo he leído, por eso opino).

Entonces una conocida me lo hizo llegar en formato Word y no lo había pescado hasta esta semana. Y ahora soy otra.

Naaaaaaaaa, nica. Soy la misma sólo que leí “El Secreto” y lo encontré terrible de guena onda y útil.

Guena onda porque te dice que para lograr lo que quieres no sólo tienes que pedirlo, sino que agradecer por lo que tienes. Les copio una cita textual pa’ que cachen la onda si no lo han leído: “Es imposible sentirse bien y tener pensamientos negativos al mismo tiempo. Si te sientes bien, es porque tienes pensamientos positivos. Puedes conseguir lo que te propongas en la vida, no hay límites. Pero hay una condición: has de sentirte bien. Y si piensas en ello, ¡no es eso lo que siempre has deseado? En realidad, la ley es perfecta.” Me gusta esto, porque logra que la gente ande pensando en forma positiva (en forma negativa no te resulta naita según El Secreto) y que dé las gracias por lo que tiene. Es decir, mucha gente que ha leído este libro debe andar con una sonrisa y con energía positiva lo que me parece genial. Juera las caras largas y de apestamiento.

Lo útil es esto: “Tu vida está en tus manos. No importa dónde estés ahora ni lo que te haya sucedido, puedes empezar a elegir conscientemente tus pensamientos y a cambiar tu vida. No hay situaciones sin esperanza ¡Todas las circunstancias de tu vida pueden cambiar!” Con esta frase cagaron los mártires y los eternos adolescentes, que son terrible de guenos para echarle la culpa a los demás antes de asumir nada, y abren paso a la esperanza, que me gusta mucho.

Igual lo probé lotro día. Porque después de años con temor a manejar me aburrí y renové la licencia y pensé todo el día: voy a manejar terrible de pulento, nadie me va a tocar la bocina porque me demoro 55 milésimas de segundo en sacar el auto, voy a manejar terrible de pulento. Porque había manejado acompañada nomás, pero ese día era sola. Entonces me tuve pura fe y saqué el auto del estacionamiento y llegué sana y salva a mi destino, y después manejé más rato aún sola hasta que me encontré con el Gato y todo pulento.

Yo sí creo en las energías que nos cargan y la onda. Por eso si este libro ayuda a que más gente ande contenta, con pensamientos positivos, tirando buena onda y con una sonrisa, bacán.

Les dejo un último párrafo que me gustó: “Conozco a muchas personas que ganan grandes cantidades de dinero, pero sus relaciones son un desastre. Eso no es riqueza. Puede que persigas el dinero y que te hagas rico, pero eso no te garantiza que lo seas. No te estoy diciendo que el dinero no forme parte de la riqueza, desde luego que sí. Pero sólo una parte. También conozco a muchas personas «espirituales», pero que siempre están enfermas y sin dinero. Eso tampoco es riqueza. La vida es abundancia en todas las áreas.

Yao los vemos.

martes, septiembre 16, 2008

Crónicas Chuchetas XLVI: El Karma.

Como soy occidental 100%, utilizo la palabra Karma de una forma bien gueona la verdad. Como que he tomado retazos de por aquí y por allá, pero nada en profundidad.

Y como para más recuea quiero acercarme al budismo (como si juera tan fácil ser budista, pero el Gato no tiene problemas mientras no se ponga gueona, palabras textuales), he estado leyendo. Y sigo leyendo, porque no es tan fácil para mí llegar y entender. Por lo menos para mí.

De todo lo que he cachado hasta el momento (y más lo que encontré en internet) esto me gusta mucho: "Si oprimes a una persona, sufrirás opresión en otra vida y cosecharás el fruto de la semilla que sembraste en esta vida. Si alimentas al pobre, tendrás abundancia de alimentos en otra vida. Si todo el mundo comprendiese esta ley correctamente y cumpliese con sus deberes diarios cuidadosamente la humanidad se elevaría hasta alturas sublimes".

A veces, cuando la gente es mala, envidiosa, amarga, me pongo a pensar en cuántas vidas les quedan para terminar su sufrimiento. (La volá cuática, pensarán). Porque de verdad verdad (y creo que soy harta latera en esto) no entiendo cuál es la idea de ser así. Y siempre. A veces en el trabajo mi jefe bipolar llega entero agueonao y puta que ando con rabia, pero esa rabia trato (trato de verdad) de no pasarla al resto y si el Gato me llama le digo en nuestra clave lo que pasó y listo. No es que me crea la más pulentas de las pulentas, pero de verdad no entiendo la maldad. Ahora si la persona que hace mal no se da cuenta, entonces estamos hablando de una enfermedad mental, creo yo.

Es que el Karma es lo único que nos queda como consuelo. Antes yo decía: si las cosas se pagan acá en la Tierra, no cuando una se muere. Ahora como que igual lo pienso, pero no me importa. Porque todos nos hemos topado con gente que nos ha hecho mal con plena conciencia: cuentan un secreto importante nuestro; nos hacen comentarios hirientes como quien no quiere la cosa; el jefe se desquita con nosotros porque es tan poco profesional que no es capaz de separar su vida privada con la profesional; relaciones amorosas con gente enferma de mala (y mental también); suegras asquerosas; y para que sigo nombrando si cada uno tiene su propia lista.

Lo que hago ahora es que este tipo de personas las hago un lado (menos el jefe) y listo. Muchas veces puedo ver que sus día a día son un castigo, pero no cachan porque se acostumbran a vivir en la mierda, a no dar vuelta la página y vivir felices y agradecidos de lo que la vida les dio.

Gueas que pienso en veces.

Feliz 18 para todos, tantos días libres para amar y disfrutar.

viernes, septiembre 12, 2008

Crónicas Chuchetas XLV: El terrible cambio de jato.




Como me cambié de depto a casa hace muy poco, ando el doble de cansada y media agilá, la verdad. Es que antes tenía una rutina y funcionaba terrible de piola. Ahora no, todo cambio. Para mejor eso sí.




Los más felices son mis gatos cerdos, Jacinto y Pulgoso. Obvio que los 5 primeros días andaban cagaos de susto y si no me equivoco pasaron dos días enteros sin comer ni agua ni hacer pichí ni caca. Pero ahora andan por el pasto muertos de la sarri (Pulgoso es un resto tímido pero sigue a su hermano que se jura bacán) y estamos tratando que duerman afuera, aunque igual nos golpean la ventana para entrar.

Lo malo es que Jacinto se ha convertido en el típico gato regalón mega mal enseñado: entra a la casa en la mañana, me maulla a todo hocico, le hago cariño, le doy agua en el lavamanos como le gusta, le rasco la guata, le doy más comida, le abro la puerta, y nada, sigue maullando a todo hocico. Al final nos da la hora de irnos y se va de patá en la raja pa fuera nomás.

Antes me levantaba tipo 7 y cuarto pasaito y si no juera por la autopista jamás hubiesemos llegado a la hora. Ahora me levanto 6 y media y no lo puedo creer que veo el inicio de "En boca de todos".

Claro que por otro lado tengo harto pasto, cielo azul, árboles, ciclovías, gente piola... y arañas. Antes les tenía terror, ahora como que me digo: igual se come otros bichos peores. Asi que si veo una enana no la mato como antes.

Debe ser que como cambió mi rutina en forma tan drástica que he andado cansada y no he visitado a nadie, porque me da lata y no posteo y que tanto. Suena terrible de feo, pero si posteo puras gueas prefiero no hacerlo. Estoy esperando este feriado largo del 18 pa' andar harto en bici, reirme, sacarme fotos, estar con mi familia, terminar de ordenar lo poco que queda y volver a estar como nueva.

También (lo que es entero obvio) tuve que cambiar mi plantilla porque la otra nose que guea le pasó. Y como soy entera agilá pal html, usé una típica y mi contador de visitas de cero.

Vayan a leer a The Yeguas, que están con nuevos columnistas.

El gato de la izquierda es Jacinto, y el de la derecha Pulgoso.

Yao los vemos.

martes, agosto 26, 2008

Crónicas Chuchetas XLIV: Como si fuera otra persona, fin.

Si en diciembre Juan Antonio en Horcón me dijo que nos casáramos… déjeme acordarme… En julio Francisco se pidió unos días y nos fuimos a la nieve… Claro, fue en el hotel que me encontré con una vieja del curso de bonsái. Estábamos cenando con Francisco, tranquilos, cuando esta señora se me acerca y me saluda. Nos presentó al viejo de su marido y se sentaron con nosotros, previa invitación del educado de mi marido. La cosa es que mientras los hombres hablaban de trabajo, ella me contó de Juan Antonio. Habían pasado más de seis meses desde la última vez que lo había visto, y sentí un dolor en el estómago cuando lo nombró. Y la vieja ridícula dale con hablarme de él: que es tan tierno, tan regio, tan inteligente, tan educado, tan sabio. Me tomé como tres vodka tónica en veinte minutos. Después sacó de su cartera una cámara fotográfica porque quería que yo viera las fotos de un paseo del curso de bonsái. Y es por eso que vengo. Es que Juan Antonio no tiene corazón. Me acuerdo y me da rabia. ¿Sabe adónde fue el paseo? En Horcón, en las mismas cabañas donde estuvimos, donde el muy estúpido me pidió matrimonio. Si eso no me da rabia, escúcheme y no me mire así. ¡Andaba con la china fea! Le juro que cuando vi la foto casi me muero. ¿Y ella quién es? Le pregunté a la vieja haciéndome la tonta. Su novia, me dijo, que niña más dije, me contestó.

Tuve que pedir otro vodka tónica. Miré las fotos varias veces. Es que no lo podía creer. En el mismo lugar donde fuimos tan felices, Juan Antonio estaba con la china horrorosa. ¿No le daba nada posar en el mismo lugar donde estuvimos tan enamorados en diciembre apenas? Le juro que no puedo creer que Juan Antonio sea así. Como si fuera otra persona, una persona sin sentimientos que no le interesa en lo más mínimo los demás.

Dígame doctor, ¿No encuentra usted que me salvé de casarme con Juan Antonio, si cambió tanto en tan poco tiempo?

miércoles, agosto 20, 2008

Crónicas Chuchetas XLIII: Como si fuera otra persona, segunda parte.

Lo que más me duele doctor es que no me dejó explicarle nada. Se puso de pie y me dijo que era un estúpido al creer que yo había cambiado, que seguía siendo una mujer vacía que lo único que hago es pensar en mí y en la plata. Cuando yo trataba de acercarme a su lado, me empujaba gritándome que me fuera. Peor fue cuando le dije que no me pensaba ir hasta que me escuchara: me agarró del brazo y me abrió la puerta. “Ándate” y me dio un portazo. Jamás lo había visto así.

Imagínese como quedé. Me fui eso sí, porque mucho lo puedo amar pero dignidad tengo, ni loca me quedaba sentada en la puerta llorándole. Si mal que mal igual tiene razón, sólo en el sentido que me gusta la buena vida. Igual no entiendo para qué hace tanta alharaca, si él me conoció tal cual como soy ahora. ¿Se acuerda como lo conocí? No importa, otro día le cuento. Ahora vengo por otra cosa.

En todo caso aproveché que andaba de valiente por la vida y le dije esa misma noche a Francisco que no quería tener hijos. O por lo menos no todavía. Y como es tan bueno, me dijo que iba a esperar que me dieran ganas de ser madre.

En enero nos fuimos de vacaciones ¿Sabe doctor? Fueron las vacaciones más tristes de toda mi vida. Parece que me dio depre o algo así, porque no me levantaba hasta bien tarde, y me iba a la terraza al atardecer, tomando vodka tónica. La casa pasaba llena de gente, entre la familia de Francisco y amigos y los primos y los niños, que asados, brindis, jugando cartas. Estuve tentada varias veces de llamar a Juan Antonio para irme con él, pero sé que él es muy orgulloso; jamás me aceptaría de vuelta. Pero miraba la casa hermosa en que estaba pasando las vacaciones, mi jeep, el departamento donde vivimos, y no había caso, sabía que el amor se acabaría tarde o temprano. Igual Francisco se preocupó porque según él tomaba mucho, que no me levantaba, que tenía la mirada extraña. Le dije que estaba de vacaciones y que la idea es hacer lo que uno quiere, que no me molestara. ¿Y sabe cómo se me mejoró el ánimo? Un día vinieron unos amigos del trabajo de Francisco, unos gringos viejos harto lateros. Mientras yo me tomaba mi vodka tónica en silencio (me ponía a mirar el mar y me acordaba de los días que pasamos con Juan Antonio en Horcón) se me acercó una mujer bien regia pero vestida con pésimo gusto, harto leopardo y oro y el pelo platinado (contaban las malas lenguas que había sido la nana del gringo antes de casarse con él) y me dijo: ¿Penas de amor? Por supuesto no la tomé en cuenta y continúo: mira, tu marido vale harta plata. Harta. El amor va y viene, la plata no. Le sonreí y le dije que estaba equivocada, que sólo estaba mirando el mar. Pero me hizo pensar. Es que la rota tiene razón: mi marido vale harta plata. Al otro día volví a ser la mujer que a Francisco le gustaba: íbamos a la playa, almorzaba con los amigos de siempre (lateros como siempre), caminábamos de la mano en las tardes, aunque por dentro estaba muy triste y extrañaba mucho a Juan Antonio.

(Esta es la "continuación", porque igual se pueden leer por separado, de este otro cuento).

sábado, agosto 16, 2008

Crónicas Chuchetas XLII: Cómo si fuera otra persona.

No me mire con esa cara, doctor, si sé que la última vez le dije que me buscaría otro siquiatra que me diera respuestas y no miradas. Pero usted me conoce, por eso yo estaba segura que si le pedía hora a la Lore (harto loca su secretaria, no sé si se lo comenté alguna vez) no me pondría problemas.

Es que me enojé mucho porque usted no fue capaz de ayudarme. Si sé que yo sola debo hacerlo y que usted sólo me acompaña de lejos en el camino, pero no supe que hacer y finalmente, acá me tiene, lejos de Juan Antonio y todavía casada con el fome y tontorrón de Francisco.

¿Puedo encender un cigarro? La verdad es que estoy muy enojada, doctor. El día que vine, hace como ocho meses me parece, tomé mi jeep y manejé por la costanera hasta que se acabó, pensando. Juan Antonio puede ser el amor de mi vida, pero (va a sonar feo) no tiene la plata que tiene Francisco, y yo no trabajo ni loca. Imagíneme a mi, casada con Juan Antonio, llegando todos los días a su departamento medio chino (porque al mío no me voy ni loca, con lo que me pagan de arriendo vivo feliz), después de un día de trabajo, sin poder hacer lo que me gusta, ver tele, vitrinear, leer las revistas esas internacionales, hablar por celular… estoy segura que el amor se acabaría. Juan Antonio se creerá medio monje de esa religión rara, pero yo soy una mujer que siempre fue mimada y me gusta serlo.

El día que le dije todo esto a Juan Antonio tuve que inventarle una mentira gigante a Francisco. Le inventé que andaba viendo casas porque, a pesar que vivimos en un departamento espectacular, sería bonito tener plantas y un perro. Y también hijos, me respondió él. Me quedé en silencio (me acordé que el que calla otorga) y me fui directo al departamento de Juan Antonio.

Lo que me dio más lata fue que me recibió con un tremendo abrazo y un colgante bastante bonito, no caro pero representativo de su religión, lo que supongo vale más que el solitario que Francisco me regaló la navidad pasada. Tenía hasta una botella de champaña helándose porque él juraba que yo venía de hablar con Francisco, porque le comenté que nos juntáramos después de una conversación larga que necesitaba. Jamás se le ocurrió pensar que yo venía para acá.

Me tomé dos copas de champaña al seco para poder tener valor de decirle. Y obvio, él se dio cuenta que algo no andaba. Incluso me preguntó si estaba embarazada. Cerré los ojos y me puse a llorar. Despacito eso sí, no crea que soy como esas mujeres buenas para el escándalo. Y mientras Juan Antonio me abrazaba, abrí los ojos y miré su casa, sus vasos, sus sillones, esos cilindros para la suerte, todo su alrededor. Y le dije: no me puedo casar contigo.

(Continuará).

jueves, julio 31, 2008

Crónicas Chuchetas XLI: El amor.


Con el gato no somos muy camorreros que digamos. Las veces que nos hemos agarrado de las mechas han sido situaciones puntuales que nos han servido para aclarar nuestros puntos de vista sobre varias cosas. (Suena piola escrito pero cuando una anda enrabiá y el otro no entiende lo que una quiere decir es harto apestoso).

Me acuerdo cuando lo conocí: me gustó al tiro. Claro que yo andaba en onda “soy entera bacán y no necesito a nadie” por eso primero fuimos amigos y hablábamos de música y el gato como buen géminis maneja mucha información que me marea y como es desconfiando tanteó terreno pa’ cachar si yo era media trastorná o la pulenta que soy entera bacán.

Lo más loco de todo es que a medida que pasaba el tiempo y lo conocía más y salíamos a puros carretes con amigos más me gustaba, pero estaba segura que de amigos nomás porque yo no cachaba que yo le gustara. Obvio que después supe que es mega desconfiado y que puro me estaba observando.

Una de las cosas que más me enamoró del gato fue su forma de ser: caballero, respetuoso, curto, rockero (que no escuche la fm2 por ejemplo), con una bonita familia, su sonrisa y su poto. Sipoh, el gato tiene su guen poto y yo siempre se lo sapeaba. Ahora le puedo correr mano a destajo por suerte.

Antes yo pensaba que tenía mala suerte en el amor y así se lo dije a una señora una vez que conversábamos, y ella me dijo que lo tomara como un aprendizaje, no como algo negativo. Más que la onda del vaso medio lleno y la gueá, le hice caso. Porque si tuve puros breas al lado mío antes es total y absolutamente mi responsabilidad. Siempre supe cómo eran cada uno de ellos, con sus gueas apestosas y sus trancas peores y otras cosas que no me acordaré porque para qué acordarme de asquerosidades, el punto al que voy es que todo eso me sirvió para autovalorarme y decir: esto ni cagando lo aguanto, esto no me gusta, métete a tal pariente por la raja, por poner unos ejemplos nomás.

Y ahora que de verdad me siento muy feliz en mi vida, con pocas gueas materiales como siempre nomás porque la pulenta que no necesito ni pulenta tele ni pulento teléfono ni el más bacán de los autos para sentirme plena (y con esto no estoy atacando a nadie pa’ que no se me sientan los buenos para comprar gueas y creerse eso de los comerciales en la tele, cada uno hace lo que quiere con sus moneas o calillas) miro al gato mientras toca quena, guarda mis libros para el próximo cambio de casa que se viene, cocina alguna receta de su abuelita-mamá con todo su torpe empeño, ve mis fotos de niña y me dice que quisiera tener una niña igual a mi, que lo único que debo hacer cada vez que me levanto es dar las gracias por ser tan afortunada, y haberme dado cuenta de mi misma.

Les dejo un cuento budista entero bacán. Y de todas mangueras, yo soy el café (me costó, pero lo soy).

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro. Su padre, un cocinero, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en otro. Coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma. Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?". Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: ¡agua hirviendo!, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua siendo fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua siendo frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua. "¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

Yao los vemos.

miércoles, julio 23, 2008

Crónicas Chuchetas XL: Gracias san Facebook.



Gracias al Facebook mi jefe que es entero bipolar se juntó con sus compañeros de colegio que no veía hace como 30 años y anduvo unos días parejito, contento y cagao de la risa.

Y también gracias al Facebook me reencontrado con gente que estuve en los scouts muchos años (pertenecí al movimiento de los 11 a los 23 años) y he visto fotos y he visto como han crecido cabras chicas que dejé de ver cuando tenían como mucho 16 y muchas están casadas y carretean y me digo: ¡chucha que están grandes!

Este sábado tenemos una cena para celebrar los 30 años del grupo scout al que pertenecí, Centauros de San Jorge, y me pone tan recontenta poder ver a tanta gente que dejé de ver por las cosas de la vida nomás, reirme y abrazar a varios.

Y como que me gustaría que anduvieran todos contentos y agradecidos de la vida como yo, le dejó un cuento hermoso que pertenece a la tradición Zen:

Las Puertas del cielo


Un guerrero, un samurai, fue a ver al Maestro ZenHakuin y le preguntó:"¿Existe el infierno? ¿Existe elcielo? ¿Dónde están las puertas que llevan a ellos ? ¿Pordónde puedo entrar?".Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos, sin astucia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: La vida y la muerte. Él no había venido a aprender ninguna doctrina; sólo quería saber dónde estaban las puertas,para poder evitar el infierno y entrar en el cielo. Hauikinle respondió de una manera que sólo un guerrero podía haber entendido. ¿Quién eres? le preguntó Hakuin. "Soy un samurai, le respondió el guerrero, hasta el emperador me respeta". Hakuin se río y contestó "¿Un Samurai, tú?. Pareces un mendigo". El orgullo del samurai se sintió herido y olvidó para qué había venido. Sacó su espada y ya estaba a punto de matar a Hakuin cuando éste dijo: "Esa es la puerta del infierno. Esa espada, esa ira, ese ego, te abren la puerta". Esas son las cosas que un guerrero puede comprender. Inmediatamente el samurai entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: "Así se abren las puertas del cielo". La mente es el cielo, la mente es el infierno y la mente tiene tiene la capacidad de convertirse en cualquiera de ellos. Pero la gente sigue pensando que existen en alguna parte, fuera de ellos mismos...El cielo y el infierno no están al final de la vida, están aquí y ahora. A cada momento las puertas se abren...en un segundo se puedeir del cielo al infierno, del infierno al cielo.

Yao los vemos.


(La de la foto soy yo, más o menos el año 91, cuando era muy rubia y usaba lentes y frenillos).

miércoles, julio 16, 2008

Crónicas Chuchetas XXXIX: Tres años blogeando.




El 12 de julio recién pasado cumplí tres años escribiendo en mi blog.

Harto tiempo ha pasado. Y hartas gueas también.

Comencé a escribir porque un amigo tenía un blog; escribía de Brasil. Yo le posteaba sin entender mucho qué era, hasta que me dijo que me animara. Así comencé el "Furiosa Canifrú".

Furiosa no me acuerdo exactamente el momento en que decidí autodenominarme así, pero fue una época que tenía mucha rabia por varias gueas. Y me sirvió de harto el blog porque la gente, en forma anónima, me daba harto ánimo y ese feedback me ayudo harto a salir adelante, de verdad que sí. Porque estuve harto tiempo bajoneá, re mal, guatona, fea, sin autoestima, sin un buen compañero. Y tuve la juerza de cambiar mi vida: me arrendé un depto frente al cerro Santa Lucía, en plena Alameda, y busqué pega. Encontré y también encontré amigos leales a cagarse y después conocí al Gato y me cambié a otro depto entero pulento en un barrio que me encanta y tengo dos gatos más y ahora tengo otros planes y estoy entera de contenta y feliz.

Por eso es bacán poder leerme antes y darme cuenta que he avanzado harto, que he aprendido hartas gueas y hasta me hice este otro blog porque me gustó la frase de: escribo derecho con renglones torcidos, en el sentido que la vida puede cambiar de un minuto a otro sin que lo esperemos, se muere alguien, nace una guagua que nadie esperaba, nos suben el sueldo, nos enamoramos, nos sacamos la chucha, se nos muere la mascota que nos acompañó durante años, se separa un amigo, vamos a un recital y todas esas gueas que nos pasan que nos hacen ver la vida de otra manera y esa guea es bacán, porque de lo malo también se sacan cosas buenas, lo que pasa es que una deeeeeeeeespués se da cuenta, y duele darse cuenta y duele más que la chucha el aprendizaje del dolor, pero una tiene que ser generosa y no quedarse con el dolor como esa gente gueona que en vez de aprender y no hacerle lo mismo a los demás, como que se queda con el alma con caca y se lo hace a sus hijos, a sus amigos y en el fondo de una niñez penca sale un adulto horroroso en vez de lo contrario.

Me puse un resto pajera. Es que estoy contenta. Contenta de la vida que llevo ahora, de los proyectos que tengo (personales, literarios, blogópolis, The Yeguas, entre otros), del hombrón que tengo al lado, porque sé que las cosas no son para siempre, pero en el Gato he encontrado un gran compañero, y aunque suene entero cebolla, el amor de mi vida.

Gracias por los comentarios sobre mis escritos. Ya publicaré la segunda parte de "Mi futura esposa".

Yao los vemos.

viernes, julio 04, 2008

Crónicas Chuchetas LXXVII: No me gustan los hombres buenos, final!

Fueron unos días inolvidables, la verdad. No teníamos horario, comíamos cuando teníamos hambre y hacíamos el amor cuando teníamos ganas, que era casi siempre. Y cuando Francisco me llamaba, yo le hablaba al lado del mar con voz de monja budista (¿existen?) y ni cuenta se daba.

Lo que sí me complica, y es por lo que vengo, es que la penúltima noche, porque igual teníamos que volver, Juan Antonio me dijo que lo pasábamos tan bien juntos, que teníamos una historia en común como de 6 años, que porqué no nos casábamos. Al principio no le hice caso y hasta me reí, pero insistió bastante. Me dijo que cuando meditaba siempre veía mi cara, y que eso era una señal: estábamos predestinados.

Todo esto pasó hace un mes, y durante todo este tiempo nos hemos estado viendo diariamente, y mi marido ya sospecha porque me encuentra extraña. Y la verdad no sé que hacer, doctor.

¿Qué cree usted: me separo de Francisco y me caso con Juan Antonio?


(Yao, pa que no me gueeven más!!!!)

miércoles, julio 02, 2008

Crónicas Chuchetas LXXVI: Algunas custiones antes del fin.

Estoy realmente asombrada con el érsito que ha tenido mi historia entre los que la han leído. Y se los agradezco, porque me cuesta mucho publicar mis cuentos. Eso sí que me da pudor.

Pero igual quiero aclarar algunas cosas, así como en general: como escritora que me creo, los cuentos que escribo, sus personajes y todo lo demás es creado. Bueno, ni tanto. Me baso en personas trastornás que conocí alguna vez (son los mejores personajes), algunas historias que he escuchado por ahí, y listo. Es decir, no es algo que me ha ocurrido a mí necesariamente. Y si ha sido así, me llevo el secreto a la tumba. (¡Qué le poni color!)

Quise publicar este cuento en particular por las carcajadas que sacó cuando lo llevé de tarea al taller que voy donde Marco Antonio de la Parra, que es un loco entero guena onda más toda la gente que asiste al taller. Es lo que más me gusta de la semana, lejos. Es decir, la lola del cuento no soy yo, ni tampoco un personaje sobre el que seguiré escribiendo, así como me dijo Juan “la consuelo aldunate con argolla”. (Guácatela). Mi idea, por ahora porque capaz que después cambie de opinión, mal que mal soy mujer, es publicar acá lo que voy escribiendo pa’ cachar que onda, y en Blogópolis escribir una columna. Así de sencillo.

Espero sus comentarios sobre el final, el que publicaré luegito. Tengo la tincá que a varios no les gustará, pero para reclamos y la onda me pueden postear.

Yao los vemos.

lunes, junio 23, 2008

Crónicas Chuchetas LXXV: No me gustan los hombres buenos, tercera parte.

El lugar era bien bonito, las cabañitas están construidas con vista al mar, y había un lugar como en un acantilado donde se iban a “meditar”. Una vez fui, pero no le encontré sentido. Es que sabe, tenía que ir, porque había un programa con un horario súper estricto, que todos seguían con la cara llena de risa. Y lo peor es que las cabañas estaban separadas por sexo, y si le suma que Juan Antonio andaba como monje, peor todavía. Nos levantábamos temprano, tomábamos desayuno, escuche bien, al AMANECER, dando gracias a no se quien chucha, perdón por el exabrupto pero le juro que no le encuentro ni pies ni cabeza a esa tontera china o budista. Después hacíamos ejercicios de meditación o talleres de yoga y cosas así (Y el día hermoso, con un sol resplandeciente, como para ir a echarse en la playa). Al tercer día mentí, dije que se me habían quedado unos remedios importantes en mi casa, y partí para Reñaca. No le avisé a Juan Antonio, si al tonto lo veía rezando nomás (¿se le dirá rezo a eso que ellos hacen?) y me escapé. Comí rico, vitrinié -hasta me compré unas pilchas-, fui al cine, y tipo 5 de la tarde me aparecí. Saludé con cara de santa, dije que tenía un dolor de cabeza insoportable y me fui a dormir. Es que me había tomado varias copas de champaña, que me encanta para acompañar las ostras.

No se imagina quien me despertó, acostándose a mi lado. Porque Juan Antonio se creerá monje o se había puesto así con la china fea esa (quien no), pero seguía igual de caliente como siempre. Ni hablamos, sólo hicimos el amor. Usted sabe que no me gusta mucho hablar de sexo, lo encuentro de pésimo gusto, así es que no me ponga cara que quiere detalles porque en eso mis principios católicos sí que son firmes. Lo divertido es que no podíamos hacer ruido, porque era un grupo de cabañitas para puras mujeres y se suponía que era un retiro espiritual, pero eso de andar escondidos como adolescentes le puso más sabor.

Estuvimos conversando toda la noche. Así como antes. Juan Antonio era el mismo de siempre, por suerte. Nos teníamos que aguantar la risa cuando yo imitaba los sonidos que hacían los viejos feos en la famosa “meditación”. ¿Y sabe lo que hicimos? Nos escapamos. A las 4 de la mañana, Juan Antonio fue a buscar sus cosas a su cabañita, yo hice mis maletas (una para la ropa y la chiquita para el secador y las cremas, no hay caso que pueda usar solo una) y partimos a Horcón. Idea de Juan Antonio por supuesto, yo jamás me metería a un lugar lleno de hippies, pero era obvio que no me encontraría con nadie conocido y podríamos hacer lo que quisiéramos durante varios días.

En Horcón arrendamos una cabaña en un lugar bien tranquilo, alejado de la caleta y la gente. No tenía ninguna maravilla la cabaña famosa, pero parece que iba gente como actores y escritores y uno en el fondo pagaba la exclusividad. Porque harto carita que salió.



(Ya viene la última parte y final)