martes, mayo 27, 2008

Crónicas Chuchetas LXVII: I guander...

Últimamente me he preguntado una y mil veces (es que a veces me da por pensar) qué onda con tanta mina sola que le grita a quien quiera escucharla que no quiere compromisos. Y son mujeres, como dice mi querida Sabina: “… minas normales, pero con N virtudes, con valores, chistosas, divertidas, que pueden ser amigas y amantes de sus parejas y que no se atacan con un polvo bien echado.” Es decir, mujeres grandes ya, con pegas buenas, solventes, algunas separadas con hijos, otras mamás solteras, bonitas, guenas onda, inteligentes.

¿Qué onda con el compromiso, chukillas?

Y como el temita me da vueltas, estuve leyendo algunos post de la “Comunidad sin anillo” (programa de la Radio Concierto bien entrete) en Facebook, para entender un resto qué pasa. Y hablo de las mujeres porque a los hombres no los cacho naita. Lo que sí puedo decir de ellos es que tienen más capacidad para soportar a la “bruja” y andar gueviando con otras minas por fuera, pudiendo estar eternamente (supongo) en un matrimonio de mierda.

A mí me pasa lo siguiente cuando leo que no quieren compromiso: sí quieren. El eterno sí-no de las mujeres (lo pueden chequear en The Yeguas con un excelente y didáctico test) aunque me tinca que hay varias mujeres que, de verdad verdadera, no quieren comprometerse. Pero son las menos. Si estar sola y mandarse sola igual tiene gueas a toda raja, para qué me voy a hacer la cartucha al peo. (De hecho recuerdo la época que viví sola y me llamaban a la hora que fuera y yo partía pa’ onde yo quería sólo cerrando bien el departamento y sin dar explicaciones a ningún pelotúo, el gato no es pelotúo por siaca, ni tener otra obligación que cuidarme a mi misma).

En fin. Supongo que son los tiempos que corren, donde el éxito profesional está por encima de cualquier otra cosa, donde la frustración no se maneja bien, donde las mujeres ya no tenemos que aguantar a un pelota por marido, donde ya no se ve “feo” que nos juntemos mujeres solas a tomar y cagarnos de la risa…

Gueas que me pregunto a veces y pienso que onda con las relaciones.

Yao los vemos.

domingo, mayo 25, 2008

Crónicas Chuchetas LXVI: Gente trastorná.



Durante mucho tiempo tuve como un tipo de imán para atraer a gente trastorná.

Pero trastorná trastorná.

Igual, como tengo mi lado comprensivo y que aguanta harto, les tenía paciencia y soportaba cosas que me pregunto una y mil veces cómo pude. Bueno, fue mi época de harto colon y mal dormir, entre otros malestares. Tampoco les decía lo que yo pensaba, porque no me iban a escuchar: eran de esa clase de persona que lo único que quiere es hablar y que una les dé la razón nomás.

La gente trastorná son aquellas personas que una sabe que algo tienen mal: nunca son responsables por lo que les pasa; infancia infeliz jamás asumida; mentirosos; envidiosos asolapaos; felices si una sufre o se amarga o le va mal; guenasos para enredar las cosas y siempre terminan contando la versión de los hechos donde ellos salen siempre como mártires; por poner unos ejemplos nomás.

Porque a pesar que todos tenemos algún tornillo medio cagao, no es lo mismo que jurarse normal y ser entero trastonao y no asumirlo.

Lo bueno es que pasó el tiempo y aprendí a sacarle a todo lo malo algo bueno. Y adivinen que hice con todos estos pelotuos, de los que ya me deshice, por supuesto: personajes de mis cuentos.

Incluso he hecho el siguiente ejercicio: lotra vez escribí un cuento basándome en una de estas personas trastornás de mi pasado, y a todos los que lo leyeron les encantó el personaje principal, y hasta lo describieron como es en la vida real.

Yao los vemos (no se olviden leerme los lunes en Blogópolis.cl)

También quería agradecer a todos los que escribieron en los comentarios sus 6 custiones; fue una grata sorpresa.

jueves, mayo 15, 2008

Crónicas Chuchetas LXV: Desafío.


Mi queridísima Lluvia me ha invitado a una cadena que me gustó recaleta. Las instrucciones: escribir seis custiones sin importancia que nos gustan. He aquí la pillería, porque son esas custiones que nos hacen la vida entera bacán y que a veces nos cansan pero siempre extrañamos.

Acá van mis seis:

1. Despertarme cada mañana y darme cuenta que el gato me está abrazando.

2. Abrir la puerta de mi depto todas las tardes y ver a Jacinto y Pulgoso con cara de regalones esperando que les haga cariño.

3. Llamar a mi mamita en las noches y copuchar como dos horas o interrumpirla en algún carrete, lo que me gusta porque me doy cuenta que tiene su propia vida, a pesar de todo.

4. Enterarme de las cosas que hacen o hablan mis sobrinos, por muy nimias que sean, me llenan de orgullo y chochera.

5. En esas tardes frías de domingo, acostarme viendo un buen dvd musical en la cama, mientras el gato estudia y yo leo.

6. Ir a la feria todos los domingos y saludar a los caseros; ir a comprar pan en las tardes donde el Luis y hacerle cariño al Patán Mario y a la Muñeca y disfrutar mucho la vida de barrio.

Vacuno a: Sabina, Propenso, y nadie más porque no me pescan. Ahora si alguien quiere hacerlo en los comentarios, sería entero entrete.
Yao los vemos.

viernes, mayo 09, 2008

Crónicas Chuchetas LXIV: Nuestro primer tocomocho.


El gato, como buen gato, no sabía manejar. O sea más que buen gato, es rockero. O algo así. La cosa es que en vez de comprarse un auto alguna vez, se compró la pulenta guitarra eléctrica más una acústica y esos parlantes gigantes que meten más bulla que la chachu. (Me acordé de una anésdota: íbamos caminando un día en la tarde por el barrio cuando nos cruzamos con el típico monguito y nos pregunta: ¿alguna vez te ha gustado el rock a morir? Yo lo miré con cara rara y el gato le respondió: ¡siempre! y el monguito le hizo el gesto con las manos de rockero, y se jue feliz).

Pero no todo jue fácil. Primero el gato tuvo que encontrar el tiempo para hacer el curso de manejo (el sacar la media en la nocturna le quita cuarquier taim) y después dio la prueba de conducir y después tuvo pruebas coeficientes dos y después se enfermó asi que nos demoramos como un mes y medio en comprarnos el auto. Debo confesar que pasar el finde mirando autos me daba una lata del porte de un buque, pero el gato me dijo que si compraba algo y no me gustaba por no haberlo visto antes me tenía que quedar callaita nomás. Asi que tuve que ir.

Un día sábado nos acompañó un ex compañero del gato a ver autos. Bien paleta el lolo, además se ubicaba bien en las calles. Lo malo fue su señora. Yo le dije al gato que para devolverle la guena onda de acompañarnos a ver autos (aunque algunos hombres lo hacen con gusto porque lo encuentran entrete, supongo) lo invitáramos a almorzar comida peruana. Todo bien hasta ese momento. Pero lo malo vino cuando fueron a nuestra casa a “tomarse una aguita”, y se quedaron hasta las 6 y media de la tarde!!!!!!!!!!!!! Nosotros después nos preguntábamos: ¿no tienen ninguna gueá más que hacer? Y la señora de este lolo, entera latera: contaba que su mamá se compró una casa en nose que parte del sur, que la tenían toda botada y que cuando fue en verano le dio ene lata porque sus tíos que vivían durante el año allá no la cuidaban y que ellos compraron refrigerador y cocina y que ella le pasaba al piso cera roja para que se fuera viendo como casa… ¿a quién chucha le importa?

Lo peor fue el fomingo. O ni tan peor, pero fome. Partimos con el mecánico a ver los autos. Recorrimos todo Santiago, y cuando ya era casi de noche, encontramos uno filete. El gato acordó el precio con el dueño, le anduvo llorando su resto, y ahora ese tocomocho está estacionado y podremos movernos con la libertad que dan. Y los gastos también.

Yao los vemos (No se olviden que mi columna semanal en Blogópolis va todos los lunes)

domingo, mayo 04, 2008

Crónicas Chuchetas LXIII: Segundo lugar.


Para los que no lo saben, apenas las mujeres chilenas de 30 avisaron sobre su concurso de cuentos, yo participé.

Escribí un cuento pensado para mujeres, la verdad. Con esa cosa del amigo con ventaja eterno que algunas hemos tenido alguna vez. Se lo hice leer al gato y lo encontró entretenido y ágil. Después lo leyó mi socita y también le gustó. Eso sí que me costó respetar la plana, como que los personajes seguían solos, pero no me quedó otra que cortarlos y en mi computador tengo la otra parte de la historia. Si lo quieren leer pinchen aquí, es el último cuento: "Juan Antonio Soriano Camino".

Igual es raro participar y que la gente te lea y que después voten sin saber quién escribió. Porque yo me encuentro a toda raja, pero demás que hay gente que me encuentra más pesa que la chachu y si hubiesen sabido que yo escribí, quizás las cosas serían distintas.

A medida que me empezaron a llegar los correos avisándome que había quedado entre los 10, y luego entre los tres finalistas, me puse nerviosa y expectante. Le pedí a mi puro gato que votara por mí, pero no le conté a nadie porque de verdad quería cachar si a la gente le gustaba mi cuento.

Y ayer estaba súper nerviosa. Fuimos las Yeguas en pleno, el gato y el Príncipe Mono. El lugar es muy bonito y se notó la preocupación de estas mujeres: globos; los cuentos pegados en las paredes impresos; guenos premios; harta lectura; un baile lleno de pasión, y su cotelé al final.

Pero me puse nerviosa nerviosa cuando nos llamaron a los tres lugares al frente. Yo, la pulenta, quería ganar. Asi que cuando nombraron el tercer lugar y no era yo, igual pensé que guena, pero me tincaba que el cuento "Susana", que tiene un buen final, iba a ganar. Y así jue. Pero ya no tenía nervios, porque no me da susto estar parada enfrente de harta gente hablando o haciendo el ridículo, cosa que se lo debo a los años que fui scout, supongo. Lo divertido fue que cuando hablé y dije quien era, Furiosa Canifrú, hartas se rieron y recién cacharon que yo era yo, lo que me dio tranquilidad respecto a la transparencia del concurso.

Asi que ahora estoy feliz con mi galvano, mis libros, y mi esfuerzo personal por creérmela de una guena vez y tirarme a la piscina, y escribir, escribir y escribir.

Un agradecimiento a todas las mujeres de 30, que si antes puro gueviaban y sus concursos eran pa' la risa, dejénme decirles que se pasaron esta vez, porque estoy segura que se sacaron la chucha para hacer un evento muy gueno gueno.


Yao los vemos (en blogópolis esta semana, estén atentos!)