martes, diciembre 28, 2010

Crónicas Chuchetas CCXVI: Virus juliao.

Igual a veces pienso que hay gente que se extraña que no escriba en estos días o no me aparezca en tuiter, por ejemplo. (Facebook no cuenta porque ni me meto, la verdá). Esa cosa de ególatra que todos tenemos, sobre todo en la vida virtual.

Y gueno, pal que sí extrañó mi ausencia, la explicación es refácil: mi mostra se agarró un virus de mierda, y mi sobrina mostra Vale me cagó mi laptop con un virus. En realidad supongo que es ella, porque se mete a unas páginas de juegos enteras mulas y justo se le quedó "pegado" un juego, no pudimos cerrar la página y tuve que reiniciar el computador. Y después de eso, cagó. Y es mucho más difícil (¿puede ser "mucho más difícil algo"?) ir al escritorio en que tenemos el computador grande, que estar en cualquier lado con el laptop.

Pero lo más cabrón de todo fue el virus que se agarró mi hija. Suponemos que fue en las tantas idas al mall que hicimos, pa comprar los regalos de navidá. La verdad es que nosotros no somos de mall, esa onda de ir a dar vueltas y a comer helado, jamás lo hacemos. Pero ahora sí, por los regalos. Y gueno, pa resumir y no ser mega latera, la mostra comenzó con fiebre, no le bajó, la llevé a un pediatra entero rico (muy muy mino y yo con cara de mostro), dato que me dio @kein_ (entera paleta!) y como no se mejoró partimos a urgencias (el Gato venía bajándose del avión) y le dio con otitis y toda la mala onda. Está tomando por primera vez antibióticos.

Así suena piolita, pero la verdad es que la semana pasada fue la peor semana de mi vida con la mostra, porque el Gato andaba de viaje y jamás me aprovecho de mi sobrina y la mostra mañosa, con fiebre, hizo más calor que la chucha... el jueves yo era un desastre, cansá y chata.

Asi que, como el Gato viajó de nuevo estos días, me vine pa donde mi mamita a Calera de Tango, con la mostra su resto mejor y yo cansada, con las pulentas ojeras. Y ahora aprovecho de escribir mientras mi mamá juega con su nieta.

Muchas gracias por los deseos de Feliz Navidá, aunque me suenan vacías esas palabras hace un tiempo (no le encuentro sentido) me gusta esta fiesta, porque los niños disfrutan, una se junta con la familia y eso.

Yao los vemos.

jueves, diciembre 16, 2010

Crónicas Chuchetas CCXV: La pesa pa pesarse el peso.

Me embaracé de la mostra media guatona, con algunos kilos de más. Para ser más exacta, me metí a esta página y según el cálculo tenía un IMC de 26.72. Igual eran 7 kilos de más (contando lo máximo que puedo pesar, según este cálculo). Cuarquier cantidad, pa que estamos con cosas.

En fin, con la preñéz subí 18 kilos, bajé 9 a la semana de parir, y después bajé su resto, onda sola, sin mucho esfuerzo.

¿Cuál es el principal problema? Gueno, dos. El más importante es que adoro comer cosas ricas (pero de verdad, no como esas modelos desnutrías que dicen comer de todo y es la mega mentira) y dos, que no me peso. O no me pesaba, hasta ahora.

Resurta que me decidí y compré una pesa. Y me dije a mi misma que fuera lo que fuera lo que pesara, no me deprimiría y me comería toooodo.

Aer, pa que se entienda la idea. Mi hermana (que es la media mina) se pesa, se encuentra guatona y se pone a dieta y adelgaza y la onda. Yo no. Me peso, me deprimo y como.

Y ahora viene la otra parte. Lo guena pa comer cuando tengo pena o depre. Hay gente que toma, otra que fuma, otra que se droga. Yo como gueas ricas: quequitos, tortas, pan con mantequilla, papas fritas... suma y sigue. Es como una adicción y no puedo parar. Y después me más mega deprimo porque engordo porque como. Así de gueona.

Pero como alguna vez fui flaca y mina (pinchaba con los argentinos barsúos en aquellos años), igual me dan ganas de ser seca de guata y ponerme alguna ropa que tengo guardada de esa época.

Aunque -supongo- soy una gozadora de la vida. Porque si me invitan a un asado o a cenar o a almorzar, como igual nomás. Sobre todo los postres. Amo las mesas llenas de postres en los matrimonios. Por esto mismo no soy estricta en las dietas, porque pa no comer na mejor me quedo en mi casa. Y me carga hacer ejercicio. Lo que sí podría hacer es bailar sin parar guena música, eso sí que si.

Volviendo a la pesa: el martes me levanté, me dije a mi misma que no importara cuanto pesara, lo hiciera nomás, y listo, me pesé. Fue el MEGA alivio cuando vi 4 kilos menos que cuando quedé preñá!!!!!!! LA RAJA. Y me faltan sólo 3 kilos para pesar lo máximo que debo pesar.

Lo pior es que amo los pan de pascuas y los picoteos, tan propios de esta época. Obligá a pesarme semana a semana pa no irme al chancho.

Así con usar traje de baño en vez de bikini.

Yao los vemos.

miércoles, diciembre 15, 2010

Crónicas Chuchetas CCXIV: How to cansarse más que la chucha.

Mi mostra tiene 1 año 4 meses (no pongo 15 meses pa que entiendan y pa que no me gueveen) y quiere puro correr, subirse donde sea, gritar y bajo ningún motivo subirse al coche ni al asiento de auto.

Por otro lado, mi sobrina mostra Vale - una preadolescente de 12 casi 13 años- se vino a quedar a mi casa pa la vacas, porque se entretiene. No es que sus papás (mi hermana y mi excuñado) la dejen botá aquí en mi casa, por siaca. Se trajo su tele, su ipod, ropa y mucho desorden. Y todo lo que es estar en la "edad del pavo". Igual me ayuda con la mostra chica, pero yo soy la responsable de mi hija, no mi sobrina. No me aprovecho de ella porque ama a su prima, nica.

Y gueno, mi socia me acapara el computador -pa puro jugar y meterse a esos grupos de facebook onda "YO TAMIEN ME COFUNDI DE PERSONA & LE DIJE OTRO NOMBRE :D JAJAJA" (sic)- y aparte es mega desordená y anda con esa flojera eterna de adolescente.

Así es como una puede andar mega cansada.

Igual la semana pasada el Gato se pidió jueves y viernes y nos escapamos a Viña del Mar y me di cuenta que tengo una relación llena de recuerdos con esa ciudad, y con Valparaíso. El Gato encuentra pobre Valpo y a mi me encanta y cada calle que recorro me trae más y más recuerdos de mi niñez y de mi papá. Porque a pesar de haber vivido desde los tres años en Santiago, todos los veranos me iba pa Viña y Valpo, y todos mis recuerdos de niña están allá, no en alguna plaza de Stgo, sino en la Plaza Victoria, en el Bogarín, en la Avenida Perú, en la Caleta Portales y sus circos.

Y gueno, ya compramos los regalos de navidá, la cena la haré yo en mi casita con mi familia, me compré una pesa y no peso la cantidad de kilos que yo creía (un mega alivio) y mi hija crece sana y feliz.

Voy a escribir un post sobre los kilos de más y esa paja. A ver si me sirve pa espantarlos más que sea.

Yao los vemos.

martes, diciembre 07, 2010

Crónicas Chuchetas CCXIII: Los guastecos en la Dehesa.

El sábado juimos a la fiesta de fin de año de la pega del Gato. Son fiestas familiares, con piscina, viejo pascuero que entrega los regalos y la onda. Igual entrete con niños.

El problema es que el lugar es terrible de lejos: la Hacienda Santa Martina. El Gato ya había ido una vez a un curso, pero como es entero pajarón, me aseguré y me metí a internet a ver los mapas, como pa no perdernos. Pero igual nos perdimos.

Es que parece que es de rotos señalizar, porque la dura que no decía en ningún momento que tal calle queda pa la izquierda y que no hay que seguir de largo, por ejemplo.

La cosa es que preguntamos y preguntamos y llegamos al camino que sube a la Hacienda famosa, ya que queda en la punta de un cerro y el camino es entero pelúo.

El lugar tiene canchas de golf, tenis y cualesquiera cantidad de piscinas. Y una casona grande hermosa, donde hay vestidores, comedores y más piscinas. Pero eso era para los socios. Porque pa nosotros armaron una carpa y nos pusieron unas pulseras medias fosforescentes en la muñeca, de papel.

La carpa por fuera se veía entera fea, pero por dentro estaba fresco y se veía harto bien, la verdad. Los baños eran grandes y limpios, también. Pero la casona y las piscinas estaban más o menos retirado de donde nosotros, los guastecos, almorzamos y los reimos.

El almuerzo rico, comimos harta carnita (si igual hay que hacer daño) y hasta encontré rico el pisco sour. Al Gato le pasaron una credencial pa que se lo colgara al cogote (aparte de las pulseras que nos pusieron) y decía su nombre y "familia". Es decir: los rotos están completa y absolutamente identificados.

Entregaron los premios, discursos típicos, y partimos pa las piscinas. Lo mega bacán es que tienen una con OLAS. A toda raja.

La mostra tenía tuto, asi que mientras ella dormía en el coche, el Gato acostado al lado de ella, me jui pa la piscina famosa. Que guea más bacán la sensación de las olas mientras flotaba, me recordó el mar y cómo extraño bañarme en la aguita salada.

Llegó el viejo pascuero a entregar los regalos, pero la mostra dormía y ni cacha, asi que filo. Después mi mostri hermosa se despertó mañosa y nos fuimos arturo, pa que hacerla sufrir.

Obvio que a la guelta no nos perdimos, pero sí sapié las casas y el barrio de por allá. Se me imaginó (por las puras películas y series nomás) como esos barrios de USA, o más específico el barrio de la película "El joven manos de tijera": no quiltros, no gente, no cables, no basura. Otro Chile. Más moneas, lejos de los rotos.

Igual habían casas terribles de chicas y unas encimas de otras, pero supongo que es distinto vivir en la Dehesa que en Ñuñoa pegá a la vecina.

Y me quedé pensando en lo clasista que es este país. La preocupación desmedida por el "estatus social". En fin, cosas de chilito nomás.

Yao los vemos.

viernes, diciembre 03, 2010

Crónicas Chuchetas CCXII: El perro trastornao.

Cuando recién llegamos a este barrio salí a pasear con la mostra en el coche como pa cachar la onda. Me fijé que casi todas las casas tienen rropes, a algunos ya les sé hasta los nombres, y cuando los veo en la calle, les hago cariño y los mando pa su casa.

Así jue cómo conocí al perro trastornao de la pelota. De seguro muchos de ustedes han tenido a alguno que es obsesivo compulsivo y que puro quieren que uno les tire la pelota todo el día y jamás se cansan, y hasta se acuestan con la pelota gueona al lao. Nosotros tuvimos uno, era enfermante.

Caché que era obsesivo de la pelota porque de lejos lo vi acostado al lado de la ella, y cuando me acerqué, se puso de pie mirándola. Estuve como media hora jugando con él, además que la mostra estaba reentretenida. Y este rrope es entero bacán, porque el Terry (mi quiltro hermoso) no me pasa la pelota, sino que le gusta que yo como que luche con él, y después se la tiro lejos. No poh, este rrope vecino la deja caer y justo te queda en las manos, entero pillo.

Ahora lo veo cada viernes, cuando voy a la feria. Vive en una casa con un Golden que puro ladra, porque es tan regrande que no cabe por la reja pa salir. A veces tiene pelotas todas rotas, otras veces le ponen una piedra adentro como para que pese, pero siempre siempre siempre está acostado al lado de una.

La semana pasada le compré una pelota y se la llevé hoy, pero tenía una de tenis nueva. Jugamos un rato (la mostra aún se entretiene con él) y me vine a jugar con el Terry, que es trastornao también, pero de otra manera.

Yao los vemos.