martes, octubre 28, 2008

Crónicas Chuchetas LIII: Serravalle Scrivia.


Hace unos guenos años atrás, viví en este pequeño pueblo del norte de Italia.
Tengo un millón de recuerdos: el calor húmedo, las liras (el euro estaba recién comenzando), los trenes, los parques de juegos sin niños, tanta gente vieja, las comidas, los helados, las fiestas costumbristas, los que no se bañaban nunca, el mediterráneo tan fome, tanto celular, mi primer tatuaje...
Eso fue cuando tuve el sueño de irme unos años de Chilito para ver como me iba y vivir en carne propia el comenzar de cero en cualquier parte.
Aunque ese bichito todavía lo tengo en algún lugar.
Por mientras, sobrevivo en el gris Santiago.

viernes, octubre 24, 2008

Crónicas Chuchetas LII: La Fitipardi.


He manejado harto esta semana. Media guea pensarán ustedes, pero para mí es un gran paso. Saqué licencia a fines del año ’98, después hice otro curso de manejo (no recuerdo con exactitud el año) y como siempre me daba mucho susto, me resignaba y seguía como peatón. Hasta que decidimos irnos a vivir fuera de la capital, como quien dijera. Entonces hice mi tercer curso de manejo (me tinca que ya conté esto en algún post, pero igual sigo), sólo práctico, y me di cuenta que era terrible de fácil.

Igual me dio susto, de nuevo. Al principio me hacía la añiñá y decía: qué tanto, ni ahí con los agilaos. Pero no poh, no fue tan así. La gente es mega agresiva, yo cacho que algunos si te pudieran chocar, hacerte cagar el auto y si, como guinda de la torta, vo te morí, estarán terribles de realizados como personas.

Comencé a investigar sobre alguna fobia y sí existe una, se llama “amaxofobia”. Me tinca su resto chanta. Me metí a leer unos foros de ayuda y caché que la gente que tiene terror de manejar es porque le han pasado gueas pelúas, onda accidentes terribles y cosas así. Leí varias opiniones y entonces pensé: me ha pasado cada gueá penca en la vida y he salido adelante, ¡cómo no voy a manejar! Después de ese entero pulento pensamiento, manejé y listo. Claro que soy lenta, no cacho cómo estacionarme, pero ya no me da el susto de antes. Voy escuchando música juerte y canto a Madonna, mientras llega el 10 de diciembre. Y como me creo hippie, manejo a pata pelá porque los tacos me le enganchan en las gomas del auto.

A veces pienso que desde que conocí al Gato me han pasado puras gueas entera pulentas. No sé si seré mejor persona y el atao (aunque trato) pero sí soy mucho más feliz, y espero que el resto se chorree de la guena onda.

Ya los vemos.

martes, octubre 21, 2008

Crónicas Chuchetas LI: Hace 15 años.


Para escribir este post me inspiró la Sabina, también conocida como la Yegua Sabi.
Hace 15 años atrás tenía 20 y estaba estudiando derecho, carrera que no terminé (aunque estudié alrededor de tres años) y la verdad que andaba terrible de perdía en mi vida. Lo que sí me gustaba hacer mucho mucho era leer y escribir. Un poco como ahora, claro que con más tiempo pero menos plata para comprar libros.
Igual era feliz. Un poco pendeja, descubriendo la vida. Estaba en los scouts y todo mi entorno era como el mismo que el del colegio. No me había pasado nada malo, vivía en una casa linda, no tenía tele en la pieza y me gustaba harto bailar, igual que ahora. Claro que ahora ya no lo hago casi nunca.
Nunca me imaginé "grande", como quien dijera. No me veía ni casada (aunque a veces me imaginaba que vivía sola en la playa) ni con hijos ni trabajando ni nada. Era una pendeja nomás.
Después la vida se encargó de enseñarme unas cuantas cosas y todo el dolor que vino con el tiempo me hizo ser la persona que hoy soy.
No me extraño de 20 años. Era otra realidad, muy protegida, como en burbuja.
Me gusto más ahora.
Juerte el ejercicio.

viernes, octubre 10, 2008

Crónicas Chuchetas L: Anthony de Mello

Hace un resto de años atrás me regalaron el libro "La oración de la rana" de Anthony de Mello. Les dejo unos cuantos cuertos cortos a ver como les va.


—Usted perdone —le dijo un pez a otro—. Usted es más viejo y tiene más experiencia que yo, y probablemente pueda ayudarme. Dígame, ¿dónde puedo encontrar eso que llaman Océano? He buscado por todas partes y no lo puedo encontrar.
—El Océano —respondió el viejo pez— es donde estás ahora mismo.
—¿Esto? Pero si esto no es más que agua... Lo que yo busco es el Océano —contestó el joven pez. Y se marchó decepcionado a buscar en otra parte.



Un exprisionero de un campo de concentración nazi fue a visitar a un amigo que había compartido con él tan penosa experiencia. De tanto en tanto solían encontrarse para comentar aquel tiempo terrible de horror y crueldad. Tras saludarse como hermanos, la conversación recayó sobre el tiempo pasado y los recuerdos que afloraban a sus mentes.

En un momento de la conversación el visitante preguntó a su amigo:

- ¿Has olvidado ya a los nazis?
- Pues no. Aún sigo odiándolos con toda mi alma.
- Entonces -le dijo apaciblemente su amigo-, aún siguen teniéndote prisionero.

(Nuestros enemigos no son los que nos odian, sino aquellos a quienes nosotros odiamos).


Un discípulo llegó a lomos de su camello ante la tienda de su maestro sufí. Desmontó, entró en la tienda, hizo una profunda reverencia y dijo “tengo tan gran confianza en Dios que he dejado suelto a mi camello ahí afuera, porque estoy convencido de que Dios protege los intereses de los que le aman”.“Pues sal fuera y ata tu camello estúpido!” le dijo el maestro. “Dios no puede ocuparse de hacer en tu lugar lo que eres perfectamente capaz de hacer por ti mismo.”


En cierta ocasión, el Maestro oyó casualmente cómo un discípulo le decía a un visitante: «Tengo a honra el hecho de haber sido personalmente admitido como discípulo por el Maestro, mientras que se cuentan por centenares los que han sido rechazados». Cuando tuvo ocasión, el Maestro le dijo en un aparte: «Vamos a dejar una cosa muy clara desde el principio: si tú fuiste elegido, y otros no, fue únicamente porque tú estabas más necesitado que ellos.»

martes, octubre 07, 2008

Crónicas Chuchetas XLIX: Experta en muertes.


Como ya pasé la terrible fase del duelo, me he convertido en experta en dar pésames, en hacer cosas cuando todos lloran, y en explicar que cuando rechucha se va a pasar el dolor, o responder preguntas tipo ¿Y cuándo se murió tu papá cuanto tiempo te faltó para sentirte bien?
Me pasó sin querer queriendo. No es que yo me acerque a la gente para "aconsejarlos" o contarles mi experiencia y que vean lo bacán que soy a pesar del duelo. Pasa nomás.
Recién tuve una conversación vía msn con un antiguo blogero que su papá se murió de cáncer en agosto recién. Estaba lleno de pena, no quería (o no podía) llorar y le dije que llore, sino se va a enfermar, entre otras cosas. De paso le di el siguiente link, que me sirvió de mucho alguna vez.
La muerte siempre nos acecha, siempre nos anda haciendo zancadillas y recordándonos su existencia. Y como jamás nunca nadie nos ha enseñado cómo aceptarla, como vivirla, nos hacemos mierda.
Y si puedo, ayudo y escucho.
Una experiencia que jamás pedí pero que igual tengo.
Yao los vemos.

jueves, octubre 02, 2008

Crónicas Chuchetas XLVIII: ¿Hasta cuando vai a amarlo, ah?

Siempre he tenido una duda respecto al amor hacia el otro y el amor hacia una, la famosa autoestima (y no narcisismo que esa gueá es enfermedad), y lo que pueden aguantar muchas mujeres porque “están enamoradas”.

Es que la pulenta que me empelota. Con todo respeto y la poca tolerancia que tengo.

Voy a tratar de explicarme para que cachen que onda: pongamosle una lola que vive con un lolo. O que anda con uno, da lo mesmo pal caso. Y el lolo es como el forro, pero no que no la llama ni nada ni que no le compra regalos o que no la invita a ninguna parte. Estoy hablando de gueones pencas, irresponsables, barsas, pendejos eternos, que no asumen ni su propia vida, machistas al peo, putos por inseguridad, entre otros. Es decir, y una que lo ve de la otra orilla, hombres que les hacen pésimos a la mujer con la que esté.

He conocido mujeres que les soportan por “amor” gueas que de verdad me indignan: que las gorreen, que se las caguen con plata, que no las respeten, que las alejen de sus amigos, que las pospongan por un partido de fútbol sin importarles dejarlas botadas porque después viene el “tercer tiempo”, que son padres irresponsables, entre vaaaarios otros.

Lo peor del caso es que muchas de ellas son mujeres exitosas y bonitas: guenas pegas, se dan vuelta en la calle a mirarlas, pero ellas no lo saben. Y ahí es donde atacan estos breas para aprovecharse de su baja autoestima, ponerles la pata encima y dejarles en claro “quien manda”.

Después de conocer varios casos así y emputecerme de la tontera de las lolas en cuestión, he sacado algunas conclusiones:

- El loco no las quiere, sólo se quiere así mismo. (Osea entero guea). Porque cuando yo quiero a otra persona, no me aprovecho de sus debilidades para cagármela ni ataco su punto débil. Si yo sé que la lola tuvo carencias afectivas en su niñez y eso la tiene toa cagá en su adultez, no le hago juegos medios escabrosos que la voy a abandonar porque sé que tiene miedo a eso mesmo, al abandono.
- Las lolas no se quieren a sí mismas. No poh, no me digan que actuan por amor. Lo siento, no es así. No es posible que pillando al hombre en cuestión gorriándome yo lo perdone porque lo amo, y así varias veces y otra más. Y yo sufro y lloro pero igual lo perdono y lo vuelve a hacer.
- La otra conclusión que nace de la anterior: autoconvencerse que es amor y que aunque la lola tenga colon irritable o alguna enfermedad psicosomática, dice que lo ama y que lucha por eso.

Me empelota porque TODAS Y TODOS tenemos otra oportunidad en la vida, y otra más y otra más, y mil veces. No hablo de balsa porque me pasó y si de alguna gueá me arrepiento en mi vida o mi “big mistake” como dice esa aplicación de facebook fue eso mesmo, estar con un brea así, que me hizo inmensamente infeliz. Pero me di juerza de donde no tenía y comencé de nuevo. Hablo desde mi propia experiencia.

Lotra vez comentábamos con un grupo de conocidas esto mesmo y una nos contó que aconsejaba a sus amigas que tenían problemas en su matrimonio (problemas de maridos barsas) que lucharan y blabla. Yo le dije que al contrario, que la vida muchas veces te envia señales y que la gracia de eso mesmo es que una siempre puede volver a comenzar y que “mejor sola que mal acompañada” no es una frase para hacerte la pulenta, sino que es la pura y santa verdad.

Es como el chiste de Condorito que siempre uso de ejemplo: un hombre en el techo de una casa y está todo inundado a su alrededor. Llegan los pacos, los milicos y los vecinos a rescatarlo, y él les dice que dios lo salvará. Y cuando se muere y le pide explicaciones a dios, éste le responde: ¿y los pacos, los milicos y tus vecinos que te mandé? Esto mismo yo aplico a la vida de todas estas mujeres que yo conozco, que soportan a un patán porque tienen miedo a mil cosas, y no porque lo aman. Y se hacen las ciegas frente a las mil señales que la vida les envía.

Varias aclaraciones: este es un post 100% femenino, es decir, me metí la visión de los hombres por la raja. Lo que no significa para nada que los hombres son todos barsas, porque conozco varios a toda raja, como mi hermano y mi Gato. Aclaración que hago porque algunos lectores que tengo sé que se pondrán sensibles con el tema y me dirán de las mujeres como el copi, que también las conozco y sé que son malas madres, medias putas o que puro quieren plata y se hacen las gueonas.

De todas formas este post entero largo es un desahogo por algunas situaciones que me emputecen y me sirve de descargo nomás.

Gracias por leer hasta el final.

Yao los vemos.