lunes, junio 23, 2008

Crónicas Chuchetas LXXV: No me gustan los hombres buenos, tercera parte.

El lugar era bien bonito, las cabañitas están construidas con vista al mar, y había un lugar como en un acantilado donde se iban a “meditar”. Una vez fui, pero no le encontré sentido. Es que sabe, tenía que ir, porque había un programa con un horario súper estricto, que todos seguían con la cara llena de risa. Y lo peor es que las cabañas estaban separadas por sexo, y si le suma que Juan Antonio andaba como monje, peor todavía. Nos levantábamos temprano, tomábamos desayuno, escuche bien, al AMANECER, dando gracias a no se quien chucha, perdón por el exabrupto pero le juro que no le encuentro ni pies ni cabeza a esa tontera china o budista. Después hacíamos ejercicios de meditación o talleres de yoga y cosas así (Y el día hermoso, con un sol resplandeciente, como para ir a echarse en la playa). Al tercer día mentí, dije que se me habían quedado unos remedios importantes en mi casa, y partí para Reñaca. No le avisé a Juan Antonio, si al tonto lo veía rezando nomás (¿se le dirá rezo a eso que ellos hacen?) y me escapé. Comí rico, vitrinié -hasta me compré unas pilchas-, fui al cine, y tipo 5 de la tarde me aparecí. Saludé con cara de santa, dije que tenía un dolor de cabeza insoportable y me fui a dormir. Es que me había tomado varias copas de champaña, que me encanta para acompañar las ostras.

No se imagina quien me despertó, acostándose a mi lado. Porque Juan Antonio se creerá monje o se había puesto así con la china fea esa (quien no), pero seguía igual de caliente como siempre. Ni hablamos, sólo hicimos el amor. Usted sabe que no me gusta mucho hablar de sexo, lo encuentro de pésimo gusto, así es que no me ponga cara que quiere detalles porque en eso mis principios católicos sí que son firmes. Lo divertido es que no podíamos hacer ruido, porque era un grupo de cabañitas para puras mujeres y se suponía que era un retiro espiritual, pero eso de andar escondidos como adolescentes le puso más sabor.

Estuvimos conversando toda la noche. Así como antes. Juan Antonio era el mismo de siempre, por suerte. Nos teníamos que aguantar la risa cuando yo imitaba los sonidos que hacían los viejos feos en la famosa “meditación”. ¿Y sabe lo que hicimos? Nos escapamos. A las 4 de la mañana, Juan Antonio fue a buscar sus cosas a su cabañita, yo hice mis maletas (una para la ropa y la chiquita para el secador y las cremas, no hay caso que pueda usar solo una) y partimos a Horcón. Idea de Juan Antonio por supuesto, yo jamás me metería a un lugar lleno de hippies, pero era obvio que no me encontraría con nadie conocido y podríamos hacer lo que quisiéramos durante varios días.

En Horcón arrendamos una cabaña en un lugar bien tranquilo, alejado de la caleta y la gente. No tenía ninguna maravilla la cabaña famosa, pero parece que iba gente como actores y escritores y uno en el fondo pagaba la exclusividad. Porque harto carita que salió.



(Ya viene la última parte y final)

17 comentarios :

Juan dijo...

Consuelo Aldunate con argolla?, xD

Wenas las historias zita, lei las 3 entregas al hilo y quedé enganchado esperando el remate.

Buena pluma.

Un abrazo

Laura Gutiérrez dijo...

jajaja uta cabra iba como avión... me dejaste terriule de enganchá.

Insisto... dijo...

Claudia va entrete la cosa,desteñí! al final te fusilamos TODOS JAJAJAAJAJ...nao! tení bastante creatividad para hacer lúdico al fomeke de Juan.Mira que eso de espiritualista y separar los sexos...ufff y al rato que le baja la calentura se olvida de todo jajaajajaj.HOMBRES!


cariñuuus!

Rocio dijo...

por la cresta, otra vez me hiciste lo mismo!!!!!!!! aggggggg

Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com dijo...

Está buena la historia. A ver en que termina esto.
Saludos

RAHM dijo...

qué pudorosa!

Andrés Claudio dijo...

Esta buena la wea, simpátca, divertida. Buena volá.

Mierda de la Buena.

 kotto dijo...

sociiiita un abrazo cariñoso pa ute que tenga un wen fin de semana... y obviamente era ceboollento el tema pero weno weno (al menos pa mi jajaja)

 kotto dijo...

ooohh se corto el comentario... decía que esa mina (la del relato) es como una tía mía jajajajaja

escorpiona dijo...

Va buena la cosa, a ver en que queda, estoy re curiosa :) :)...

Saludos

Chau

Unknown dijo...

Puchas, socita, toy más enganchá que la xaxu y usted me la corta en lo más mejor... menos mal que salieron del retiro latero y se fueron pa Horcón (me trajiste recuerdos de mi pre-adolescencia cuando limpiaba pescados pal verano en esa caleta!! la dura!!!)
Besos y apúrate con el final oh....

Lluvia dijo...

CAda vez mejor.... buenisimo... QUIERO MAS :)

Anónimo dijo...

Hay que entrete...
Lo único que no entiendo es el título de la crónica...

Yo cacho que igual te gustan los minos buenos... lo que pasa es que tu eres la mala.

Hay que puro asumirse

Mary Rogers dijo...

Está re entrete!!! Póngale suspenso antes del final:=)
Un abrazote

RIPNE dijo...

Dicen que las personas, en escencia, jamás cambian...
PERO SER HOMBRE BUENO EN ESTOS DÍAS ES PERDERSE PRECISAMENTE DE LO BUENO.
A veces hay que sentarse otras caretas cuando amanece
Pd: No había cachado tu foto, aparece APAGANDO VELITA la niña, jajaja

propenso dijo...

las uñas me las comi en la U, pero me queda cueritoooo para poder terminar la historiaaaaaa q ta wena, mu wena.
Ya chau

 kotto dijo...

ya poh "socita" mucho blogopolisssssssssss pareceeee... y acá na' ni na' jejeje... cariños