jueves, octubre 15, 2009

Crónicas Chuchetas CXXXIV: Me la lloré toa.

Hoy día llevamos a la chancha a ponerle su vacuna de los dos meses, más otras dos que son contra el rotavirus y otra guea más que no me acuerdo.



La cuestión es que dormí mal, preocupada. Así cambia la vida, pa' que cachen. Aunque supongo que deben haber mamás mil veces más relajadas y que no le ponen el color que yo sí ante esta situación y otras, lo que es mucho mejor. Porque angustiarse por una vacuna es como mucho, pero no lo pude evitar.



Lo que pasa es que no quiero que mi hija sufra nada. NADA. Prefiero que todo me pase a mí que a ella, y en esto lo que son padres me cachan nomás. Yo antes decía que mis sobrinos y bla bla, pero otra cosa son los hijos. La cosa es que dormí preocupada por la vacuna famosa, que por mí no se la hubiera puesto, pero mi hermana, con su habitual forma de hablar, me dijo si acaso prefería que se enfermara después, que no fuera gueona.

Llegamos al vacunatorio y yo iba entera preocupá. La enfermera que nos atendió bien simpática, explicándome todo, "mamita aquí, mamita acá" y la onda. Empeloté a mi exquisita (que dormía raja) y le pusieron las vacunas y lloró a todo chancho, y yo con ella. Me dolió hasta el alma. La otra vacuna es en gotas, que se las tragó piola.

Acá en la casa me pude desahogar. Una vez que se fue el Gato a la pega, lloré toda la angustia pa' que no me quedara nada adentro. He regaloneado harto a la chancha, tratando de no tocarle su piernita ni brazito (donde le pusieron las vacunas). Y me duele el alma saber que algo le duele.

Cuando estábamos esperando que nos llamaran para las vacunas pasó una pareja con una guagua chiquitita con un tubo de oxígeno. Y pensé que puta que soy desagradecida, preocupá por una cagá de vacuna y ellos con su hija enfermita. Y di las gracias por mi hija guatona y sana. Pero igual lloré.

Ahora que la tarde ha pasado estoy más tranquila, porque no le ha dado fiebre y con el paracetamol que le di ha dormido harto, pero cuando se despierta está igual que siempre.

Espero que con el paso del tiempo aprenda a no sentir esta angustia agilá, porque la única forma que tenemos para aprender un montón de cagas es sufriendo. El dolor igual enseña harto, y debo aceptar que mi hija sufrirá y yo nada podré hacer.

Pero ahora es mi guagua exquisita.

Yao los vemos.

7 comentarios :

Unknown dijo...

Guachiiiita... uno aprende a manejar ciertas cosas, pero SIEMPRE te vai a urgir y te va a doler y te vai a angustiar y vai a sufrir con la gordi.

Se lo dice su amiga ferretera, que el domingo otra vez terminó en la urgencia con la pelúa de Heredera con la cagá de shock alérgico y yo cagada de susto de que no se agravara...¿cachai?

Es "normal" (ya cachai el tono de eso)... yo lloré a moco tendido cuando a la Heredera le pusieron los aros cuando guagua, pa que veai.

Lo que sí, cuando la chanchi sea más grande, vai a ver que solita tú te vai a controlar, porque si te vé llorando a voh, así si que se van las dos a la xuxa poh, jejeje...

Un abrazo, ptas que tengo ganas de ir a conocer a la gorda (tengo la cagá en la pega, pero de ahí).

Se le quiere.

Xiao Mei dijo...

eso no se pasa nunca, cuando le tuve que poner su primera vacuna a mi hija mayor llore con ella y todas las vacunas que vinieron fueron iguales. con mi chiquitita ahora cuando le tuve que poner sus primeras vacunas me fui too el camino pidiendole disculpas, que me perdonara pero que era algo necesario pa su salud, llegamos la pincharon lloro y yo llore de nuevo, la enfermera que me conoce porque era mi vecina se rio de mi, pero fue una risa amable comprensiva. de echo es tanto lo que trato de evitarles el dolor (aunque se que no se puede) que a la mas chica no le quise ni poner aritos. Tal como dices a veces una se ataca por cosas chicas y hay gente que de verdad vive dramas. Yo le doy gracias a la vida porque no tendré fortunas, pero puta que soy afortunada, tengo dos niñas una de 6 años y la otra de 6 meses sanitas sanitas.

Espero de corazón que tu bebita este siempre sana, con esa mirada brillosita e iluminada que tienen los niños felices.

los hijos son la mayor fortaleza que tenemos, por ellos lo hacemos y lo damos todo...pero a la vez son nuestra mayor debilidad, porque si alguien quiere dañarnos ellos son la mejor forma.

Te felicito, se te lee una mama tan chocha y a la vez tan aterrizada de lo que es la maternidad.

celeste dijo...

Hay que vivir las cosas para entenderlas y crecer, no te sientas agila por andar llorando, es mejor ser cuatica que despreocupada. cada visita a un hospital o consultorio para poner vacunas, es la mejor vacuna contra el alaraquismo, ver otros niños que si estan enfermos de verdad nos hace comprender lo afortunadas y responzables que hemos sido al tener un bebe saludable.
y rajate llorando ahora, por que cuando cresca y te pueda ver tendras que mantener la calma para no crearle fobias gueonas.
saludos..

celeste dijo...

Aparte... se nota que estay entera pulenta con tu nuevo notebook.

Selma dijo...

Creo que seré de las mismas lloronas. Imaginate que ayer de puro gil me tropecé y me pegué en las rodillas.. me puse a llorar como loca y a pedirle perdon a mi enano por si le habia dolido o algo así.. juraba que se me habia roto la bolsa y no se que mas y solo me tranquilicé un poco cuando me empezó a patear de nuevo.

Katia dijo...

ahora cachay por que le digo mi bebe a mi hijo.porque aunque el pelotudo tenga 16 años ,el amor ,la angustia y la preocupación por los críos no se quita NUNca.
Lastima que aunque uno los adore con el alma , hay cosas que no puede pasar por ellos.

Insisto... dijo...

Tengo un cuñado que tiene un hijo de 6 meses y está super complicado por las siguients vacunas por que le dió que las vacunas producen epilepsia en algunos casos, o brotes de bacterias y no se que otra cosa.Todo por que vio un reportaje weón.Además quiere que sea feliz,pero aplicando lo vegano.
Todos queremos nuestros hijos felices,pero con calcio y cuerpo lleno de proteinas etc...
que mongo!

Las decisiones mejores tomadas para nuestos hijos deben venir desde la ciencia y su medicina.
No se, son decisiones tan fáciles y dificles a la vez cuando se trata de nuestros hijos.
Lo de la vacuna no es na'(si ya sé que hubieses preferido el pinchazo tu), yo de verdad lloré cuando a mi bebe le tuvieron que sacar de sus narices flemas con unas pequeñas sondas el kinesiologo...me quería morir!



Yo te veo sufrir y gozar cada día con tu hija y eso me emociona mucho.


saludinesss chuchetis y bendición a tu gordis beia'